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Lo veo todos los días, en todas las partes, y con gente de toda clase. Bien sea en personas exitosas o en personas que pasan desapercibidas, hay cierta tendencia a fundamentar la felicidad en tener o no pareja.
Uno se siente solo, ve que el tiempo pasa y el amor no llega. La tristeza te embarga, no sabes qué hacer. Entonces, piensas que si encuentras una persona con la que compartir la vida, todos tus problemas desaparecerán súbitamente, que el sol te sonreirá con unos dientes dorados como el trigo, que los pajaritos entonarán maravillosas sinfonías en tu ventana al tiempo que bailan el Lago de los Cisnes... pero no es así.
Si se enfoca el amor de esta manera, lo más probable es que tomemos decisiones incorrectas, precipitadas, incluso irreales (en esas en las que nuestra mente juega malas pasadas). Es el miedo a la soledad lo que nos controla en esos momentos. Esta actitud desemboca en amores dependientes e idealistas que no necesariamente acaban bien.
El amor no tiene tiempos. Aparece o no aparece, pero hay que saber aprovechar las oportunidades y, sobre todo, ser realista y honesto, principalmente, con uno mismo.
Pero, diablos, ¿acaso no tenemos todos en nuestra mano el poder de ser felices? Que sí, que es difícil, pero no imposible. Hay un montón de cosas que hacer día a día, y de noche también. Tenemos a nuestra disposición, más que nunca, cien mil actividades y entretenimientos posibles, para todo tipo de personas. La red nos brinda la posibilidad de conocer gente de todo el mundo. Además, tenemos familia, amistades, dones, cualidades innatas que nos hacen únicos... ¿Qué más queremos?
Seguro que eres una persona divertida, interesante... ¿No lo eres? ¡Pues créetelo y hazlo real! La mente obedecerá tus órdenes; constrúyete a ti mismo.
Yo creo que este poder es enorme, aunque algunas personas se nieguen a ver la realidad o, por negativismo, lo consideren una chorrada. La felicidad está en nosotros, es lo primer que hay que entender en esta vida. Si no lo hacemos, da igual que busquemos, encontremos y nos emparejemos, que nunca seremos felices realmente. El amor no es necesidad, es generosidad, y para ser generoso, hay que tener algo que ofrecer.
Vive y aprovecha el momento. Si eres feliz, todo llegará, tarde o temprano. Aunque no te lo creas del todo, dilo en voz alta cada mañana.
P.D.: perdón por la extensión del post, pero este mensaje va dedicado a todas esas personas que se sienten tristes por no encontrar el amor.
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