Por algún motivo siempre me sentí atraído por este tipo de mujer. Tal vez, porque he sentido que guardan, en lo más profundo, un secreto tesoro.
También porque las chicas enigmáticas siempre terminaron siendo exquisitas conversadoras… las que en medio del bullicio, en algún momento se apartaban, no por temor, sino por su selectivo estilo de buscar compañía.
Es curioso que desde mi adolescencia, mis verdaderos amigos, se daban cuenta cuando aparecía una chica así, y si yo no la había visto, me avisaban diciéndome: Es de tu tipo…
Ahora cuando hablo de misteriosas me refiero a las auténticas, no a las que simulan y dan a entender que están repletas de cosas recónditas, donde el mayor enigma que traslucen, es: ¿porqué no se permiten ser ellas mismas?
Hay algo muy sensual en el misterio, algo indefinible... como dicen los franceses: "Un no sé que"
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