Esta es la pregunda:
¿Puede inferirse necesariamente de la existencia de las tetas que Dios existe? Como toda persona con sentido común verá, la respuesta es obviamente que sí; no es posible que las tetas sean obra del ciego azar de partículas materiales.
Todavía digo más, los senos femeninos están hechos para su contemplación, no para su pulsación. No hay que "tocar las tetas", como dice el vulgo, sólo contemplarlas místicamente para acercarnos a la divinidad. El tacto es el más rudo y vulgar de los sentidos, con la contemplación de esta perfecta concavidad, el individuo puede elevarse hasta la cúpula de los astros, y de ésta a la summa perfección inmaterial. El proceso es éste:
De las tetas al cosmos, y del cosmos a la divinidad.
Y el argumento el siguiente;
a todo el mundo le gustan los senos,
los senos, como hemos provado, son indudablemente obra de Dios,
la causa es más bella que la consecuencia,
por lo tanto, no existen ateos.
Todo el mundo es católico, aunque algunos, todavía no lo sepan.
Poeta
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