Somos el resultado de la unión de la genética y las circunstancias, pero independientemente del resultado que de el producto, somos personas.
El problema radica en la visión personal que tenga un individuo hacia otro, es decir, una madre valorara a su hijo de una forma distinta a la que lo pueda hacer una persona ajena al circulo familiar, y eso se debe a los vínculos afectivos que se hayan creado con el tiempo, así pues, un amigo del hijo tendrá una valoración distinta a la de la madre, un conocido del hijo otra, un desconocido otra...
Por ejemplo, una madre que tenga una hija que esta muy buena y que además quiere ser modelo, valorara a su hija según lo que represente como persona sin importar su físico, sin embargo, para un publicista al que no conoce de nada, valorara a su hija según su físico porque sera lo que representara como producto.
Si ya lo decía Risto Mejide:
" Sois productos, y si no valéis como tal, no os compro "