¿Solo de por vida?

usuario_borrado

Hola amigos,

Jo, pues ya ha cambiado esto desde la última vez que estuve. Bueno, voy al grano. Lo que pretendo con este mensaje es encontrar consejo y también saber si lo mío tiene solución, jajaja (sí, me río, pero que conste que es serio).

Veréis; para empezar es curioso cómo uno puede abrir su corazón a los desconocidos, pero es lo que hay cuando te andas guardando las cosas. No importa, vuestra opinión me interesa. Comienzo a tener cierta edad ya (31) y me doy cuenta de que mi vida amorosa ha sido de chiste hasta la fecha. He pasado por tres etapas (o cuatro, por así decirlo):

1.- La primera fue de "vergüenza": trabajaba en una biblioteca y había una chica que me gustaba. La pobre mujer era bastante borde, pero ello se debía a que su última pareja había sido muy posesiva y la fue aislando del mundo, sin que ella se diera cuenta. Ella no me terminaba de tratar bien, pero es que yo, por tímido, no era capaz de invitarla a salir o algo (alguna vez le dije de acompañarla a algún sitio, a hacer la compra, cosas así, pero ella decía que no). La cuestión es que al parecer ambos nos gustábamos (por lo que supe al final, pero mi timidez y su ¿miedo? hicieron que eso quedara en nada; además ella quiso ponerme celoso, pero por desgracia a mí me hunde que me hagan eso y lo interpreto de otra manera). Tiempo después de que termináramos el trabajo la encontré por ahí y nos saludamos y me enteré de que me estuvo buscando, pero ya era tarde.

2.- La segunda ni siquiera fue, pues en el siguiente trabajo conocí a una chica a la que le di todo, pero que se aprovechó. Unos me decían que era demasiado bueno por tratarla tan bien (ella lo estaba pasando mal por que estaba lejos de casa y con su padre enfermo), y otros que fui un idiota. La verdad es que fui tonto.

3.- Después en un juego de Internet (ese que piensa la moyaría no, jeje, otro) conocí sin querer a una persona, pero la relación, además de ser a distancia, no me reportó más que dolor (ella estaba casada y no pensaba dejar a su marido por mí). Lo hubiera dejado todo por ella, pero no hubo manera.

4.- Ahora, cansado de que me tomen el pelo (y sobre todo de mi soberana estupidez) me encuentro con una armadura contra los sentimientos que encima se fortalece por mi falta de experiencia absoluta (en la vida he besado a una mujer, y lo peor... soy virgen).

Ni siquiera soy feo, incluso me dicen que soy guapo (no sé qué opinar); no soy raro (tal vez sí lo sea con mi historial); me gustan los animales, soy vegetariano, pinto, toco música, escribo, leo (no soy gay).

Arggggg ¿Tengo solución? ¿Es un caso raro o es más normal de lo que pienso?

Gracias por vuestra opinión.