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Guest
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Hace un par de noches una amiga mía celebró su cumpleaños con su novio y sus tres amigos más cercanos, yo, otra amiga y un amigo.
Todos nos emborrachamos bastante. La otra amiga se fué ttemprano, alrededor de las 12, y la cumpleañera y su novio y su novio se fueron al dormitorio de ella. Quedamos mi amigo y yo. Hacía mucho tiempo que no teníamos tiempo para hablar, y somos bastante cercanos. Nos estuvimos contando accerca de nuestros dramas y respectiva vida sexual. Yo ledije la envidia quele tenía, pues soy virgen (no por opción, sino porque nunca se me dió la oportunidad de dejar de serlo) y él tiene una novia que lo trata bastante bien, demasiado bien para el gusto de algunos.
Finalmente nos fuimos a acostar. Había una sola cama, pero no tuvimos problema en compartirla, pues ya nos había tocado hacerlo antes. Quizás en ese momento fue que el alcohol hizo su efecto, pues empezó a decirme que me quería mucho y se procupaba por mí y que echaba de menos pasar tiempo conmigo. Terminó abrazándose a mí, cosa que me puso muy incómoda por varias razones.
Primero, no es nada confiable el que un hombre y una mujer estén abrazados en una cama en una pieza conla puerta cerrada, en especial porque hace un rato me había confesado que me consideraba atraactiva y era uno de sus amores platónicos.
Segundo, comencé a pensar que la situación podría ponerse peligrosa, pues la novia de él es la hermana de mi mejor amiga, ellas son muy unidas y leales entre sí y yo con ellas, y ambas se enojarían mucho conmigo si pasaba algo con mi amigo.
Tercero, yo a él no lo considero atractivo, pero siempre he sentido que existía una especie de tensión sexual entre nosotros, y yo sé que soy una persona que cede muy facilmente a las tentaciones.
Estuvo abrazándome mucho rato, y todo ese tiempo logré mantener la calma y ni siquiera se me aceleró el pulso, hasta que me di cuenta de que él estaba respirando muy rápido y empecé a sentir lo fuerte que latía su corazón. En ese momento traté de quedarme lo más calmada posible, tampoco quería salir corriendo porque sé que eso lo habría herido mucho, y no quería que se enojara conmigo.
De pronto sentí que empezó a meter la mano por debajo de mi camisa. Ahí sí que se me aceleró el pulso. Le pregunté que qué pensaba que estaba haciendo. En vez de contestarme, me preguntó si quería que parara. No podía mentir y decirle que no, porque quería que siguiera, pero tampoco le dije que sí. Le terminé diciendo que hiciera lo que quisiera, pero él no aceptó esa respuesta, quería saber qué era lo que yo pensaba. le dije que en realidad era malo que pasara algo, por su novia, la hermana de ella y la amistad que tengo con las dos. Me dijo que no le importaba, que pensaba que necesitaba limpiar su concie3ncia y que su novia se lo merecía. Me contó que hace dos meses no se acostaban porque los padres de ella se habían puesto muy muy estrictos, y que además había descubierto que intercambiaba videos y fotos sexuales de ella con un estadounidense. Aún así le dije que no era correcto, porque igual algo tendría que cambiar.
Al final terminé diciéndole lo mismo que antes, que hiciera lo que quisiera,pero que yo no iba a hacer nada, para que no creyera que lo estaba incitando.
Empezó a tocarme bajo la camisa y a besarme en el cuello. Yo intenté quedarme quieta y no responder, pero la verdad que soy muy sensible, y no podía evitar gemir un poco. Le pedí que parara por el bien de la amistad, pero quería que siguiera. De todos modos no paró. Siguió tocándome, y yo intentaba rechazarlo. De pronto paró y me dijo que lo frustraba mucho mi falta de iniciativa y que eso lo hacía pensar que no era más que una niñita pudorosa.
La verdad que esto me hirió, pues yo me considero bastante hábil para causarles placer a los hombres, y en general tengo mucha iniciativa, así que me puse encima de él y comencé a besarle y morderle el cuello y tocarlo, en parte porque finalmente había cedido a la tentación y ya no podía aguantarme, y en parte para demostrarle que estaba muy equivocado.
En ese momento los dos comprendimos que no sería posible detenerse, así que pactamos que no nos besaríamos en la boca, pero terminamos teniendo sexo de todos modos, que fué más bien como una batalla para demostrar quién era mejor, sin ningún sentimiento realmente.
Cuando terminamos, sentí un remorddimiento enorme. Sentía que había traicionado la confianza de mis amigas y de mi amigo, porque élahora me vería ya no tanto como su amiga si no más bien como la mujer a quien se ganó, y porque había contribuido a que fuera infiel con su novia, y que por eso ella y su hermana me odiarían.
También me odiaba a mí misma, porque yo creo en la fidelidad y mi debilidad hizo que fuera en contra de lo que yo considero moralmente bueno.
Al día siguiente, acordamos nunca contarle a nadie lo que había pasado, y actuar como si nunca hubiera pasado, y no volver a hablar nunca del tema.
Pero no pueod evitar sentirme culpable, porque no pude ser fuerte y resistirme y porque además los disfruté siendo consciente de que no era correcto. Además creo que las cosas entremiamigo y yo can a cambiar inevitablemente, y aunque realmente lo disfruté, ahora quisiera que nunca hubiera pasado.
Quería compartir todos estos sentimientoscon alguien, porque realmente me siento culpable y necesito desahogarme, ya que no puedo contarle a nadie que conozca. Me gustaría que, si alguien tiene algo que decir, me lo diga.
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Modo Híbrido
