La Psiquiatría define la obsesión como aquella idea falsa que, partiendo de una base real o patológica, se impone y no puede ser superada a pesar de los esfuerzos del paciente, que es consciente de su irrealidad y la considera como algo extraño, por lo que le genera una gran angustia. Hay que diferenciarla de la idea delirante, que se impone por vía patológica y la cual el paciente no es capaz de reconocer como falsa.
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