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Hace unos meses, finalizando el verano pasado, abrí un hilo en este foro, titulado "Abandono y regreso a la soledad", en el cual relataba como mi pareja de entonces, compañera de trabajo además, me dejó por otro chico. Debo decir que en aquel momento, me sentí muy reconfortado con los apoyos que recibí por parte de la gente de este foro.
Cómo algunos del foro saben, finalmente con el paso de los meses, las tornas fueron cambiando. Yo me fui recuperando poco a poco, su intento con el otro chico fue un fiasco, y al cabo de unos cuatro meses, en Navidad, la tenía llamando a mi puerta intentando volver.
Aunque al principio fue reacio a la idea, poco a poco fue desgastando mis defensas, eso, y lo solo que me encontraba, pues acabó provocando que, desoyendo los consejos de amigos, compañeros o incluso la jefa de ambos, que siempre me dijo que ella quiere algo mejor para mi, me lancé a darnos otra oportunidad.
Pero finalmente, esa segunda oportunidad, ha tenido poco recorrido, ya que esta noche la cuerda, muy tensa por ambas partes, ha terminado por romperse. Supongo que como en su momento me dijo Diazepam (mal hice en no hacerle caso), lo nuestro era algo que hacia aguas por todas partes. Tenemos personalidades muy distintas, y unas formas de ver la vida muy diferentes, y todo a ello ha ido provocando que en solo cinco meses que hemos vuelto a estar juntos, el último mes y medio haya sido realmente malo, hasta que la cosa no ha dado más de si.
En realidad, en mi interior, siempre supe que era algo que tenía pocas posibilidades de salir bien, pero nuevamente volví a agarrarme a ese clavo ardiendo para paliar la soledad y el vacío que siento desde hace unos años.
No se si he hecho bien, o si me he rendido demasiado pronto, solo se que hecho está. Ahora supongo que debo enfrentarme a esa soledad y ese vacío a los que tanto temo.
Necesitaba contarlo, gracias por leerme.
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