En Chile una sola sesión con un psiquiatra o un neurólogo cuesta unos 60 euros. Así que está igual de mal. No hay incentivos por contratar a personas con alguna discapacidad física, menos mental.
Estás mezclando dos datos diferentes. Una persona desempleada puede tener un problema de salud mental relacionado con la desesperación por no generar ingresos, o porque pasa encerrada en casa, o...