El problema Rubio es que no se tiene miedo a la muerte propia, pues al fin y al cabo, no te vas a enterar, sino a la muerte de los seres queridos, que es la que más duele y la que sí puede llegar...
A la vida. Ofrece sensaciones, experiencias y vivencias muy agradables pero también muy desagradables, de aquellas que no desearías ni a tu peor enemigo...