Pues la verdad, asustarse con esa frase, de verdad pocos, y en mi época menos todavía, se hubiesen reído de él completamente, hubiese quedado en ridículo
Coronel, siempre con buena filosofía y explicación, aunque en esta ocasión algo incompleta. Escote, sí, pero además hay que añadir tanga de hilo dental, al menos para mi alegría visual