Creo que lo mejor es seguir tus propias convicciones, aunque algunas las encuentren políticamente incorrectas o discriminatorias. Pero nunca ser falso ni buscar aplausos fáciles o aprobaciones.
Yo pienso que de primeras es mejor que pague el hombre, porque demuestra caballerosidad. Ya, en lo sucesivo, cuando la relación vaya consolidándose, alternar las invitaciones.