Tranquilízate... para un poquito, respira hondo.
Estás con tu hijo , nada va a salir mal, ya estás en familia, una familia de dos y no necesitas en realidad en progenitor, podrás con todo.
Y además tienes una familia que te quiere y te defiende.
Y en éste caso, tienen razón... Mírate...¿Te parece que estás bien viviendo así, sin saber ni qué pensar ni qué sentir, insegura, angustiada?
No.
Además de que tu peque te necesita, tú ya sabes que mereces estar bien, para poder darle lo mejor.
Será tu fortaleza y tu motor.
Decide con el corazón y con la cabeza, qué es lo mejor para quien es ahora lo más importante en tu vida.
Un nido inestable, con una no-figura paterna que pasa en pedo, y buena parte del tiempo no está?
¿O dos hogares llenos de amor, el de su madre y el de sus abuelos?
El vínculo con ése hombre es frágil y no tiene futuro.
La fuerte eres tú.
Luego el amor vendrá, seguro que vendrá. Pero tu tiempo ahora es éste , hoy, con tu hijo, y es ésa paz la que tienes que defender.
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