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Llega de nuevo el sábado.

Un sábado de un 2021, un sábado que ya no es como solía ser allá por 2007, cuando tus padres te llevaban a jugar al parque de tu pueblo, a escasos 3 minutos de tu casa. Un parque en donde se ha desarrollado parte de los buenos recuerdos de tu infancia, y que a día de hoy todavía perduran como de los más dulces recuerdos en tu memoria. Un parque que ya no solía ser lo que era, y que el paso del tiempo, al igual que a ti y a cualquier ser humano, a ido consumiendo y su tobogán ya descolorido de aquel rojo granate, ya no solía ser lo que era. Tiempos que ya no volverán .

La vibración de tu móvil te saca de aquel dulce, reflexivo y melancólico trance en el que estabas sumergido, como un niño en las olas del mar. Lo que ha provocado esa vibración de tu teléfono móvil no es nada más ni nada menos que tú mejor amigo.

Ese amigo que conociste años atrás, cuando eras un criajo de instituto, en una escuela de fútbol. Las aficiones hacen que las amistades verdaderas surjan, ya que en ellas se juntan personas con las mismas pasiones y los mismos valores. Aunque con los años ambos habéis cambiado desde aquel lejano momento.

Abres la aplicación de WhatsApp y miras el mensaje con intriga:

-ey hermano, vienes esta noche de fiesta a Pedro Antonio?

Tu por supuesto al leer este mensaje no te lo piensas mucho y contestas:

- De una Bro

-Nos vemos en la parada del bus

Ya tienes plan para este viernes noche, ¿Que bien no? Ya no tendrás quedarte un viernes noche jugando a la Play 4 en la soledad de tu cuarto, mientras todos tus conocidos salen, quedan, se divierten etc.... Pero a su vez se llenan de elogios falsos, promesas que jamás se cumplirán, hipocresías constantes y un sin fin. Pero bueno, son muy jóvenes todavía, a sus 18 años, la misma edad que tienes tú ¿No?, es normal a estas edades, aunque siempre te creíste un poco más inteligente por no unirte a la moda de los porros a los que ellos estaban enganchados.

Son las 21:30, y has quedado a las 22:30, vas tarde, para variar.

Toma una ducha, aseate a conciencia, vístete con tu mejor gala (vaqueros negros ajustados, con camisa negra ajustada y zapatos blancos, formales a la vez que juveniles, los escogiste así a posta para poder salir del apuro en cualquier clase de evento social), desodorante, péinate a conciencia, y por último tira de esa colonia que te regalaron tus padres por tu santo.

Te echas un último vistazo al espejo, al aspecto que cargas contigo: Sabes que nunca has destacado por ser especialmente guapo, de echo sabes que tiras más bien a normal tirando a feo, aunque la cosa se puede poner peor en breve: Notas que cada vez tu pelo se vuelve más fino y se cae con facilidad. No es algo que se note si te haces cierto tipo de peinado, pero aún así, tu autoestima se va derroiendo cada vez más (tranquilo, tu yo del 2022 lo solucionará), pero hasta entonces te va a tocar sufrir por ello.

Pides dinero a tus padres antes de salir por la puerta, sabes que te van a dar el dinero, ya que no eres alguien abuson con el dinero de sus progenitores, ya que con 10€ tienes para toda una noche de juerga, pero aún así un resquemor te recorre por dentro, a pesar de que tus padres te lo dan con una sonrisa antes de darte un beso de despedida y decir que tengas cuidado.

Sales por la puerta, quedan 10 minutos para que pase el bus, y estas a 5 de la parada, así que llegarás a tiempo.

Mientras caminas te aseguras que tú TDA no haya provocado que olvides algo en casa, y rezas para que eso no haya ocurrido, ya que un contratiempo ahora podría provocar que no te de tiempo a coger el bus y arruinar tu viernes. Por fortuna tienes todo en esa cartera marrón: Tarjeta para el bus, el dinero que tus padres te dieron hace un momento, tu DNI para poder entrar en los pubs y un par de monedas que te sobraron de cuando fuiste a comprar el pan.

Llegas a la parada.

Ahí está tu mejor amigo, esperandote. El siempre fue un poco más puntual que tú, aunque no tanto como un centro europeo... (Abro paréntesis para reírme con mi propio humor)

Sonríes un poco al verle, y la sonrisa es correspondida por el. Estrechais la mano y os abrazais.

- ¿Como estás hermano?

- Pues nada tío, aquí estamos, vamos a ver qué se cuece esta noche

- ¿Hermano esta noche tienes que pillar a alguna si o si no??

- Jajaja pues no sé hermano, yo voy a intentar pasármelo bien (Me río pero de manera falsa mas bien, ya que sabía que eso no era posible, y más adelante saldrá el por qué).

- Hermano, tu tranquilo hazme caso, ya llegará tu momento.

-No se hermano, son muchas veces ya... He tomado un cambio de mentalidad, ahora solo quiero intentar pasarmelo bien

- Pues a ver si es verdad tío y bailas algo, que solo te quedas parado en una esquina hermano, hazme compañía o algo jajajaja

- Jajajaja

A todo esto la conversación se interrumpe: El bus a llegado.

Pasa el ticket y siéntate atras, por supuesto al lado de tu mejor amigo.

Mientras conversais sobre la derrota del Granada CF en la última jornada de liga o en qué puesto va a quedar Carlos Sainz y Ferrari mañana, te fijas en que en los demás asientos solo hay niñatos con ciertas pintas que te recuerdan a aquella vez que casi acabas mal la noche por culpa de un moro que te pidió tabaco de malas maneras.... Culpa de la noche y de las sustancias supones.

El bus llega a su destino y tú y tu mejor amigo os bajáis. Todavía queda un largo trecho de unos 30 minutos a pie hasta llegar a la discoteca seleccionada para esta noche, así que por el camino conversais sobre lo que se os va ocurriendo a ambos.

Llegáis al sitio seleccionado: Un pub donde el ambiente abunda y los cubatas son más baratos (y de peor calidad que los normales). Ya puedes escuchar el reggaeton que proviene de dentro de la discoteca (género el cual odiaste siempre), y una vez que el segurata os pide el DNI y comprueba, que, aunque seguís siendo niños rata que vienen a perder el tiempo y a drogarse con alcohol gracias a dinero de sus padres como el 98% de los que van a ese sitio, os permite la entrada.

Una vez dentro el ambiente no es la gran cosa. Aún son las 00:00 y todavía queda una hora hasta que se llene la discoteca.

Para sentiros más hombres, más valientes y menos vergonzosos (no es lo mismo estár en discotecas drogado a alcohol que sin esas sustancias de por medio) os pedís un cubata, para "calentar motores" y también para no estar aburridos mientras el local se llenaba, que no solía ser hasta las 1 AM. Todavía faltaba una hora.

Os pedís las bebidas: tu amigo se pide un ron cola, mientas tu eres más de vodka con Seven Up.

Mientras esperais que llegue la gente, tu en tu mente piensas en el poco contacto femenino que has tenido en toda tu vida, y si eso te está afectando a la hora de relacionarte con ellas.

Las ves como esos seres inalcanzables y superiores a ti. Esos seres que no te tocarían ni con un palo y que si les entrases a hablar, en el mejor de los casos avisarían a algún conocido suyo para que te echará de allí o te diese dos ostias. En el peor de los casos sacarían el spray de pimienta o avisarían al personal de seguridad, diciendo que hay un tío bastante feo intentando entrarles....

No quieres ni seguir pensando en esos escenarios ya que el solo pensar en ellos hacen que te den ganas de coger el bus de vuelta a casa y volver a jugar al modo online de FIFA 19.

Si bien se te da decente el entablar contacto con amigos varones nuevos, a la hora de relacionarte con chicas es distinto: No has establecido contacto con ninguna que no fuese tu madre o tu tía, o peor aún, esa ,"""amiga""" que te trata como a un sirviente al que puede utilizar cuando le conviene (tu por supuesto todavía no te has dado cuenta, pero ya lo harás más tarde, aguanta soldado). Pero fuera de eso, nunca has tenido la autoestima, ni la oportunidad ni el contexto de "entrarle" a alguna.

De echo esa posibilidad de llegar y hablarle a una chica que no conoces de nada, te provoca nerviosismo y además te parece muy muy lejana, a años luz de echo, posiblidad más remota que la galaxia de Andrómeda.

Te lamentas por ello, pero por dentro piensas que en el fondo no te mereces a ninguna. Va más allá de que te veas feo; es que directamente te ves como poco más que una bolsa de basura, y claro, nadie con esa percepción de si mismo le entraría a ninguna tía, por muy fácil que lo tuviese o incluso fuese ella la que te sacase a bailar (¿Te acuerdas aquélla vez no? De cómo una chica te intentó sacar a bailar después de haberlo hecho con tu amigo, y tú rechazaste el baile por tu baja autoestima, por tu inseguridad, por tu verguenza y por creerte indigno de aquella oportunidad. ¿Te acuerdas no?)

De repente algo te saca de este mar de pensamientos que, sin quererlo, han hecho que tu cara cambie a una de circunstancias, estando así totalmente desconectado del entorno que te rodea en ese instante: es tu amigo, que te pregunta por ir al otro extremo de la discoteca, donde hay algo más de ambiente.

Tu aceptas a regañadientes, ya que odias con todas tus fuerzas las aglomeraciones, y mucho menos de gente escandalosa con la que puedes tener problemas.

Llegáis allí, y es espacio es muy estrecho, apenas hay sitio para dejar los abrigos.

Tienes a tu mejor amigo justo enfrente tuya, el cual baila suelto debido al efecto del alcohol. Tu a pesar de haber bebido lo mismo que el, no sientes ganas de bailar. De echo más bien sientes incomodidad de estar allí rodeado de tanta gente.

Detrás tuya hay una chica bailando, la cual esta acercado mucho el trasero hacia tu pierna. Al percatarte de esto, tus músculos se tensan e intentas alejarte para no rozarla ni tocarla (imagínate que le tocas el culo sin querer y se gira, la que te puede caer encima. Incluso puedes tener noche en el calabozo).

No aguantas más el calor, el agobio, la gente, la aglomeración, el olor a porro, a alcohol barato.... Todo ello hace una mezcla mortal para tus ganas de estar en ese sitio, así que te escabulles, gritando a tu amigo al odio para que te escuche, ya que el reggaeton está a toda pastilla, que te vas al baño.

Tu amigo dice algo, y aunque no oyes ni lo entiendes por la dichosa musica, el lenguaje no verbal te permite saber que ha entendido lo que le has dicho.

Te escabulles al baño, donde hay una cola de unas 10 personas.

Miras el reloj del móvil y marcan las 2:00 AM. Todavía te quedan 4 horas para las 6:00AM, 4 largas horas para que se una **** vez cierre el antro y echen a todos a tomar por culo.

Llega tu turno de entrar al baño y nada más poner un pie en el inmundo suelo lleno de pis pegajoso, cubata derramado y papeles usados, te miras al espejo mientras meas.

El verte al espejo no hace más que preocuparte por tu aspecto, por tu cara de mierda y por tu endeble pelo.

No tendrías que haber hecho eso: ahora sientes la necesidad de arreglartelo con las manos, cuando la caída de pelo no se soluciona con un simple cambio de lado al que uno se peina.

Estas en ello hasta que tocan la puerta de manera insistente. Te apresuras a tapar tus entradas y sales del baño, mientras el chico que espera detrás te mira con mala cara.

Al salir de la cola divisas a tu amigo bailando con una chica:

-Je! Que cabron, ya lo ha conseguido

Tu para no molestar, decides no acercarte y en su lugar, buscas un taburete vacío, a poder ser en el rincón más recóndito y apartado de la discoteca.

Te sientas y comprendes que tú noche a finalizado.

Por un lado es un fracaso más: Una noche más en la que no te has atrevido a entrarle a ninguna chica, aunque honestamente, ibas a ser rechazado por el 95% de ellas, y más por esa época (no te preocupes por eso, ya mejoraras notablemente en el apartado físico sobre tus 20), pero hasta entonces no te queda más remedio que aguantar y tragar.

Pero por otro lado es un alivio, ya que el sufrimiento ha terminado en su gran mayoría: el bailar, el estar cerca de ellas y el sentir que todos te observan para mal.

Ahora solo te queda observar como tú mejor amigo se besa y baila junto a esa chica que si bien es atractiva, no puedes decir si es o no un buen partido para el, o una buena persona de paso, con sus valores, respeto por los demás y sin prepotencias de por medio. Pero bueno, ¿Que más da, si a ti no se te acercaría ni la más desagradable verdad?

Te levantas, pero no para ir a quitarte tu timidez y ser rechazado por alguna, si no para ir a por otro vozka, esta vez sin limón. Quieres sentir el ardor del alcohol, el castigo por ser tan basuras que ni pasarselo bien en una fiesta con su mejor amigo sabe, mucho menos entrarle a alguna, claro. O quizá castigarte a ti mismo por apostar el jueves 3€ que te dieron tus padres para que te compraras algo de comida y los gastaste en el casino, encima sin ganar la apuesta.

Te sientas de nuevo en el taburete, con la mirada perdida, pensando si el próximo paso será volverte ludópata, por que alcohólico ya lo empiezas a ser, bebiendo finde si finde también.

Piensas esto mientras sueltas en voz alta pero ahogada por el alto ruido de la música: - A ver si me suicido ya. Obviamente lo dices con una medio sonrisa en la cara, por que no va en serio, claro, pero va con un toque muy amargo, por que te sientes como un saco de mierda aunque lejos de ese comentario que acabas de hacer.

La noche sigue pasando frente a tus ojos mientras observas en enésimo lio de tu amigo con esa chica que conoció hace dos horas.

Necesitas que te dé el aire, estás sudando.

Te sales fuera de la discoteca y te sientas en la acera del frente, cansado a pesar de que no has hecho absolutamente nada, nisiquiera has bailado.

Observas a la juventud pasar frente a la puerta, fumar porros, discutir, gritar por los efectos del alcohol.... Piensas: "que pena" mientras tú estás tirado en la acera con 3 cubatas en el cuerpo, desperdiciando horas de sueño.

Queda una hora para que el "espectáculo" termine.

Entras de nuevo a la discoteca y tu amigo sigue ahí, esta vez ya solo. Te acercas y lo coges del hombro de forma amistosa mientas os lanzais una mirada cómplice.

-Buena presa hermano, te van a tener que dar la licencia de cazador en el pueblo. Dices gritando al oído a tu amigo en mitad del jolgorio.

-JAJAJAJAJAJAJA esboza tu amigo.

La fiesta termina y salís de la discoteca.

Tu amigo va tocado, lo puedes notar en su habla, en su lenguaje no verbal....

La verdad es que el nunca llevó bien el beber alcohol con el sentido de la verguenza y la coherencia, así que se pone a cantar el himno de España por la calle.

Tu le ríes la gracia, pero a la vez lo intentas calamar pensado: -madre mía, menos mal que yo no me he pasado tanto....

Andáis lo suficiente hasta encontrar un taxi. Una vez en el ya puedes descansar tus piernas un poco, que están castigadas de andar.

Hacéis un par de bromas con el taxista hasta que al llegar pagáis el dinero y os bajáis.

Una vez en el portar de tu amigo comentas:

-Bueno hermano, hasta aquí la noche

-Ha sido una buena noche hermano

-Si bueno, ya sabes que a mí estos sitios como que no

-Eso es por que no has ligado todavía, ya veras el día que pilles a alguna, tu confía hermano.

- jajajaja no creo que eso pase, pero me da igual, yo voy, echo la noche y ya esta

- Pues ya está hermano, mientras nos lo pasemos bien es lo que importa.

-Pues nada hermano, nos vemos

-Nos vemos

Y te das un abrazo de despedida, con el que dentro de un año dejará de ser tú mejor amigo, ese con el que has crecido y compartido tantos momentos. Cada uno tomará su camino: el seguirá por este camino (alcohol y fiesta) y tú sacarás fuerzas, autoestima y personalidad para negarte a encargar con el resto de jóvenes de tu edad, dejando la fiesta y el alcohol para siempre y centrándote en el gimnasio y la alimentación saludable. Mejorarás un 200% en comparación a cómo estás ahora, pero para eso todavía tienes que darte más ostias y pasar por cosas peores.

Mientras tanto, ahora mismo, solo te queda volver a tu casa, cabiz bajo, deprimido y con la sensación de haber perdido un viernes, pero lo más importante: Con una sensación de vacío y de falta de identidad enorme, que más tarde te llevará a no querer salir de tu cama, sumido en una medio depresión.

Pero de los errores aprenderás y saldrás a flote, como siempre lo has hecho, con trabajo, sangre, sudor y lágrimas.

Las cosas nunca son fáciles para ti, y nunca lo serán. Te cuesta todo más que al resto, pero acabarás superando a mucha gente en el camino solamente por perseverante y cabezota. Y es que cuando te propones algo, no paras hasta conseguirlo.

Este texto es una pequeña reflexión basada en experiencias vividas y como las veo ahora mismo, con el paso del tiempo y otro punto de vista. Necesitaba soltar esto por algún lado, si no era aquí era escrito en un folio. He decidido publicarlo por si a alguien le resulta entretenido o puede aprender de ello.
 
 

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