Receta de un hombre que guste a las mujeres

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He leído cientos de post con los típicos tópicos (toma frase XD) acerca de como debe ser un hombre para gustar a una mujer y se me ha ocurrido recopilar mi experiencia, y las largas charlas con viejas amigas (de las que no les da miedo ser sinceras) para crear la receta de un hombre que guste a las mujeres con sus diferentes ingredientes y en la que todos podamos colaborar.

Aporto los ingredientes que considero imprescindibles.

- Un puñadito de cuidado personal:

Es sencillo, que se cuide y que haga por verse bien. No hay nada que repela más a una mujer, que un hombre de aspecto desaliñado y que huela raro. Sin embargo, un hombre que huela bien y que cuide un poco su aspecto personal ya habrá ganado muchos puntos de atractivo para una mujer.

- Un poquito de solvencia:

Muchos atacáis con lo de "es que las mujeres son unas interesadas", pero esto tiene sus matices, no es blanco o negro. A las mujeres les atraen los hombres capaces de valerse por si mismos y que sepan buscarse la vida. Esto no quiere decir que tengas que estar forrado de pasta (eso solo atraerá a las caza fortunas), sino que transmitas independientemente de tu situación económica, que siempre has podido y podrás apañartelas para salir adelante. En definitiva, un hombre con recursos (no solo económicos).
Cuantos tíos meten la pata intentando atraer a una chica dando lástima en plan "ayy pobrecito de mi". Así solo se repele a las mujeres. Un hombre con solvencia y autosuficiencia no va por ahí llorando sus problemas a la primera persona que encuentra, sencillamente se esfuerza por solucionarlos.

- Un buen chorro de inteligencia y cultura:

Ya puedes ser el tío con mejor físico del planeta, que si después eres más tonto que intentar secar al gato en el micro-ondas y tienes la conversación monotemática de un comentarista deportivo, poco te van a durar las chicas que se acerquen a ti. A lo mejor se acercan muchas, pero en cuanto vean el plan, saldrán pitando. Sin embargo un hombre con una buena conversación y medianamente inteligente ya tendrá ganados un montón de puntos en tan solo unos minutos de conversación.

- Unos granitos de misterio:

Otro gran error que cometen muchos chicos cuando están conociendo a una chica es coger y contarles absolutamente todo sobre ellos y su vida el primer día. Evidentemente en una relación larga terminarás sabiendo casi todo de la otra persona, pero lo ideal al principio es ir dosificando la información sobre ti mismo. Hay mil cosas más de las que hablar, eso no quiere decir que te conviertas en alguien hermético, pero poco a poco y todo a su tiempo. Hablar demasiado de ti mismo no solo aburre sobremanera a la otra persona, sino que además acaba con la magia y el aliciente de "intentar conocer a la otra persona".

- Una pequeña pizca de maldad:

En una ocasión, fui con una chica que estaba conociendo al cine a ver una película sobre una familia que está en su casa y entran unos tios con intención de robar, matar, violar etc, etc, etc. Total, que en una escena el padre consigue pillar a solas a uno de estos tíos, lo desarma y le abre la cabeza con un palo. Al salir del cine comenzamos a hablar sobre lo chunga que estaban las cosas, que había que tener mucho cuidado, y que en una situación así ambos nos asustaríamos mucho. Fué entonces cuando de repente me sorprendió con el siguiente comentario: "pues yo creo que si tu te vieses en una situación así serías capaz de matar para salvar a tu familia". Como os podéis imaginar me quede un poco a cuadros, pero después lo entendí todo. A las mujeres les atraerá mucho un hombre al que perciban con la determinación suficiente como para defender a uñas y dientes las cosas que quiere. Y no solo me refiero a su familia, sino a sus convicciones, sus metas, sus logros, etc.

- Una buena cucharada de picardía:

En resumen, un hombre espabilado que sepa donde tiene la cara. En una ocasión una amiga cortó con su novio con el que llevaba apenas un año escaso. A todos nos extraño, porque el chaval era muy buena gente, simpático y cariñoso, sin embargo cuando le pregunté porque lo había hecho, que el chaval era muy buena persona y tal, ella me dijo que lo había dejado porque de bueno que era, era tonto, siempre abusaban de él, siempre se la colaban, no sabía decir que no, y eso la había ido desencantando.