La vida misma, y entre ella la convivencia de pareja, plantea muchos retos. A los veinte hay cosas para las que no estamos preparados, porque ni las imaginábamos, y lo mismo a los treinta, o a los cincuenta. No podemos saber la solución a todo de antemano.
Creo que todos los retos de la vida necesitan de una cierta actitud que nos permita superarlos. Si nos empeñamos en malas actitudes y evitamos las buenas, da lo mismo que sea una relación de pareja que un trabajo o una medalla olímpica: todo se puede estropear. Generosidad, fe, tesón, trabajo, ganas de superarse, respeto frente a dejadez, egoísmo, inmovilísmo (yo soy así y así me conociste).
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