Antaño, la Iglesia Católica no permitía que las mujeres cantaran en el coro y debido a eso, en el siglo XVI, se recurrió a la castración infantil: "Para ello bañaban al muchacho en una tina de leche caliente con especias y se le sedaba para que sólo se le quitaran los testículos; pocos de ellos se desarrollaban como Castrato y la mayoría terminaba en la pobreza y mutilado de por vida, lo que los conducía a pasar por “apestados” durante su existencia y más allá; ya que al no estar “completos” la Iglesia les rechazaba para ser enterrados en tierra sagrada."
Aunque Moreschi no tenía la calidad ni la técnica de Farinelli, conocido como el mejor de los castrati, es gracias a él que disponemos del último testimonio de este canto.
Haciendo honor a mi nick, aquí va: