Cuando estaba en arte dramático tenía una asignatura llamada "Esgrima escénica"
En cada trimestre tenía un examen que era una coreografía con un arma distinta. Era bastante trabajoso pero aprobé los tres.
La chica de mi clase que me gustaba había suspendido los tres, y necesitaba un compañero para sus exámenes de recuperación.
Me ofrecí a ser yo aunque eso significara preparar y ensayar tres coreografías en poco tiempo.
Para colmo la chica me anuló dos ensayos (si, dos ensayos de un examen que sólo le interesaba a ella) y pretendió que nos las aprendiéramos las tres en un sólo día (eso era un machaque físico y mental)
Para colmo el día del examen me las sabía yo mejor que ella, y suspendió dos de las tres
Obviamente mi esfuerzo no se vió recompensado con una correspondencia por su parte a mis sentimientos (ya me lo esperaba, no soy tan flipado) pero al menos me hubiera sentido ligeramente gratificado si hubiera aprobado gracias a mí. Ni esa satisfacción me llevé