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Mi novio y yo tuvimos un fuerte problema hace 15 días porque acudimos a un paseo con sus amigos y en múltiples ocasiones no sentí que me diera mi lugar o me.tratara como pareja. Yo termine ese día muy cabreada y fue evidente en mis acciones pero no quise discutir porque no quería que todos se enteren , estando en la misma casa y también no quería arruinar el paseo, sabiendo que yo me altero demasiado y me cuesta calmarme una vez iniciada la discusión. Pero llegué a sentir ganas hasta de terminar la relación.
El caso es que después de días lo hemos venido arreglando pacíficamente, hablando pero poco y en general, no de cada situación que me fue enojando a detalle. Entonces yo no me siento tranquila ni conforme, siento que para mí esas cosas que pasaron o no fueron realmente importantes al grado de que ya no me siento igual que antes en la relación y sobre todo tengo miedo de que no hayan quedado suficientemente claras y se vuelvan a repetir en el futuro o como dice un dicho "me esté tomando la medida" y ya le sea fácil hacer cosas que me molestan o no están bien creyendo que al fin y al cabo yo lo perdonaré fácilmente . De hecho aún me siento ofendida y de algún modo siento que estoy esperando mucho más de el que antes como para compensar eso. Ahora se supone que ya estamos bien pero la realidad es que yo no me siento así del todo, pero no sé cómo volver a traer a la mesa el tema cuando se supone que ya lo habíamos arreglado.
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