La Diamela de Esteban Echeverría
Poema LA DIAMELA de Esteban Echeverría:
Dióme un día una bella porteña, que en mi senda pusiera el destino, una flor cuyo aroma divino llena el alma de dulce embriaguez; me la dio con sonrisa halagüeña, matizada de puros sonrojos, y bajando hechicera los ojos, incapaces de engaño y doblez. En silencio y absorto toméla como don misterioso del cielo, que algún ángel de amor y consuelo me viniese, durmiendo, a ofrecer; en mi seno inflamado guardéla, con el suyo mezclando mi aliento, y un hechizo amoroso al momento yo sentí por mis venas correr. Desde entonces, do quiera que miro allí está la diamela olorosa, y a su lado una imagen hermosa cuya frente respira candor; desde entonces por ella suspiro, rindo el pecho inconstante a su halago, con su aroma inefable me embriago, a ella sola consagro mi amor. :latiendo: |
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