Respuesta: Club literario...
LO QUE NECESITO DE TI
No sabes cómo necesito tu voz; necesito tus miradas aquellas palabras que siempre me llenaban, necesito tu paz interior; necesito la luz de tus labios ! Ya no puedo... seguir así ! ...Ya... No puedo mi mente no quiere pensar no puede pensar nada más que en ti. Necesito la flor de tus manos aquella paciencia de todos tus actos con aquella justicia que me inspiras para lo que siempre fue mi espina mi fuente de vida se ha secado con la fuerza del olvido... me estoy quemando; aquello que necesito ya lo he encontrado pero aún !Te sigo extrañando! Mario Benedetti. |
Respuesta: Club literario...
En la doliente soledad del domingo...
Aquí estoy, desnuda, sobre las sábanas solitarias de esta cama donde te deseo. Veo mi cuerpo, liso y rosado en el espejo, mi cuerpo que fue ávido territorio de tus besos; este cuerpo lleno de recuerdos de tu desbordada pasión sobre el que peleaste sudorosas batallas en largas noches de quejidos y risas y ruidos de mis cuevas interiores. Veo mis pechos que acomodabas sonriendo en la palma de tu mano, que apretabas como pájaros pequeños en tus jaulas de cinco barrotes, mientras una flor se me encendía y paraba su dura corola contra tu carne dulce. Veo mis piernas, largas y lentas conocedoras de tus caricias, que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes para abrirte el sendero de la perdición hacia mi mismo centro, y la suave vegetación del monte donde urdiste sordos combates coronados de gozo, anunciados por descargas de fusilerías y truenos primitivos. Me veo y no me estoy viendo, es un espejo de vos el que se extiende doliente sobre esta soledad de domingo, un espejo rosado, un molde hueco buscando su otro hemisferio. Llueve copiosamente sobre mi cara y sólo pienso en tu lejano amor mientras cobijo con todas mis fuerzas, la esperanza. (Gioconda Belli) |
Respuesta: Club literario...
Entiendo que en ti, ando.
Hay cuando olfateas entre sombras una migaja de luz imaginando quemaduras y hay hoys vulgares como esta soledad elegida a la que maltratas imaginando que maduras. Desde que miro al mundo desde un balcón de un quinto piso he dejado de hablar de suicidios. Ya no me caigo en pozos de tristeza tibia a la segunda cerveza, ni pido auxilio en bandejas de plata, ni exijo el cobro revertido de sentimientos al borde del abismo. Claro que hay noches llenas de ausencia en donde echas de menos con sed y miseria, hay noches que podrían resumirse en un grito que no te suelta, un abrazo que no das, un beso que te tragas en palabras amargas contra ti mismo. (pero hay noches hermosas como perros sin correa) Claro que hay días malos en los que sonreír pareciera atentar contra mis principios un acto de indignidad autoimpuesta una mentira tan real que solo le falta una corona para sentirme muerto. (pero hay días bonitos como pies en la hierba) Claro que hay veces que la voz se me hace pedazos y de tanto toser en lugar de llorar termino vomitando vasos rotos con sangre ajena donde aprendiste a bailar descalzo y bailes que parecen una condena como un ahorcado que se mece. (pero hay vicios tan llenos de fuerza como quererte) Hay cuando el mundo es afuera con sus heridas de guerra y su olor a metralla y hay ahís que se marchan como tu sonrisa de después de correrte. Vuelve. No soy tan fuerte: te echo de menos. Y le pongo esta ilusión a cada día a día obviando todos los no puedo apuesto por la caricia en cada detalle por la belleza en cada gesto. Y claro que a veces me quedo sin fuerzas como niño después del juego me quedo sin ganas como una mañana de burocracia y mierda me duelo hasta dormirme aferrado a una bala y no sé si es odio o solo tristeza acumulada pero luego te imagino riendo y se me pasa. Ese es mi truco. Esa es tu magia. escandar algeet. |
Respuesta: Club literario...
Tú eres el cabillo tierno ante el,
Él es la fiera feroz ante ti. No le seduzcas con tu sonrisa, Guarda silencio cuando toca a la puerta. Si entra con violencia, Escóndete detrás y aguarda: Si tienes tiempo, en el detestado aposento Prende fuego a las secas paredes. Si se acerca la hora vergonzosa, De frente al rincón gira tu rostro, Haz un nudo de tu pañuelo negro y Esconde la aguja dentro. Que se hinque En las palmas rudas, cuando Estés luchando entre sus manos, Gritando del dolor y el pudor… ¡Que en el fuego de la pasión barbárica No se acuerde él, por exaltación, Del apretón de tus dientes Dejando la cicatriz profunda a lo largo del hombro! |
Respuesta: Club literario...
Yo se hacer poemas con los que te quitarías el sombrero.
Pero esta vez quiero dar la palabra alguien ya difunto, alguien que fue el máximo exponente del sarcasmo y la burla en los medios de Argentina. Lo vulgar se une a lo esperpéntico y lo genial de una sola vez, el enfado de sus "víctimas" por así decrlo hacen aflorar el genio; el genio del raciocinio del ser humano. Hablo de Julio Victorio de Rissio, más conocido vulgarmente en Argentina como el Doctor Tangalanga. http://g.cdn.ecn.cl/farandula/files/...tangalanga.jpg ¿Porqué cortaste esa rosa?, ¿porqué cortaste esa rosa, que mi madre con sus manos tan dulcemente cultivó? ¿porqué cortaste esa rosa? la p_uta que te parió. |
Respuesta: Club literario...
Consejos de supervivencia.
No te fíes de todos aquellos visionarios que te hablan de la vida sin caballos galopando en su mirada, ni escuches a quien no alce la vista de vez en cuando para mirarle las bragas o la estrella. No verás a ninguno de ellos llorando de emoción tras un orgasmo por una canasta sobre la bocina del eterno segundero. Sigue el ejemplo de los locos necesarios que se abrochan a la vida cuando quitan un botón. De los que encuentran a Dios al abrir tu cremallera. Síguelos a ellos. A los que piensan que solo el amor puede hacer que lo imposible se vuelva repetir. A los poetas que saben que cuando tienen un lápiz lleva un paraíso en el bolsillo. Sigue solo a esos. A los que buscan la hermosura en la niebla de un poema. A aquellos que cuando tocan una piel, comprenden todo. Y huye, huye de quien tenga tanta razón que nunca tenga nada. De aquellos que jamás dudan, porque estarán mintiendo. Huye de quien crea que un lunes no tiene un callejón hacia el nirvana. De todo aquel que no considere que no hay niños malcriados, sino adultos que malcrían. Y huye del hombre que no piense que quien aparta los ojos de la pobreza también se ha vuelto un cómplice al hacerlo. De quien te diga que la felicidad es un crucero con pulsera y no una muchacha con la risa floja y ojos hambrientos de infinitos. No te fíes de quien defienda a esos corruptos que cuando sobra agua se inventan un modo de vender la sed. Y ama, ama aunque nunca tengas suelto y recuerda que no hay peor amor que el que no se da por miedo a que te dañen, y que ningún amor no correspondido puede matarte salvo aquel que no sientes por ti mismo. Conviene no olvidar que uno y uno suman uno entero cuando de quien te enamoras es de ti. Que cuando te caigas nadie te convenza de que la solución está en democratizar el suelo para todos, sino en encontrar la escalera de subida hacia ti mismo, y para eso tendrás que preguntar a las baldosas sobre el golpe. Evita los consejos, cualesquiera que sean. Que no pongan tu corazón al frente. Y olvida también estos consejos. Uno a uno. Y sé feliz. Marwan. |
Respuesta: Club literario...
Formo parte de la generación perdida.
Me niego a creer en que Soy capaz de cambiar el mundo. Entiendo que posiblemente os indignéis de lo dicho, pero La felicidad está en tus manos Esto es una mentira, en realidad, El dinero es lo que hace a uno feliz Y al cumplir 30 años le contaré a mi hijo que Él no es la cosa más importante de mi vida. Mi jefe sabrá que Mi principio: El trabajo es más importante que la familia. Escuchadme: Desde antaño las personas viven en familias Pero ahora La sociedad nunca será igual que antes Los expertos me dicen que Dentro de 30 años estaré celebrando mis 10 años de divorcio No creo que Estaré viviendo en un país que crearé yo mismo. En el futuro La destrucción de la naturaleza será de lo más normal. Nadie cree en que Conservaremos nuestro bello Planeta. Por supuesto, Mi generación ya está perdida. Soy estúpido si pienso que Hay esperanza. |
Respuesta: Club literario...
Benjamín Prado
Mi amor, este poema es para que lo leas cuando no esté a tu lado, cuando no pueda ya cuidar de ti. No te conformes nunca con alguien que no piense que tu eres una llama más antigua que el fuego, que tú eres su razón para vivir. Aprende a no querer a los que no te quieran y elige bien a qué le tendrás miedo: no habrá sombra que oculte lo que tú temas ver. Escapa del que piense que el aire es la pared de lo invisible y huye de aquel que crea que es más feliz quien menos necesita, porque ése no podría necesitarte a ti. No te rindas, no olvides jamás que la tristeza sólo es la burocracia del dolor. Y si sientes que el mundo se derrumba, no intentes abrazarte a otro que esté cayendo a la vez que caes tú, como yo hice contigo. Algún día tendrás que despertarte para salvar tus sueños. Algún día sabrás que en las promesas hay siempre un cristal roto en el que aúlla el viento frío de la mentira. Recuerda todo eso. No escondas lo que sientes por miedo a ser frágil, como aquellos que por guardar tan bien lo que más les importa, lo pierden para siempre. Recuerda que no hay nada que no pueda ocurrir cualquier día. No olvides que esta obra ha terminado. No olvides que le hablas a un teatro vacío |
Respuesta: Club literario...
No son letras muy pensadas, el sentimiento si, y me gustaria compartirlo.
En la penumbra, entre el silencio, le sostengo la mirada no lo conozco, no me interesa, no pierdo nada. Su faz dobla a la mia, gracias a la luna, dislumbro la mitad, ha llegado el dia, conozco mi fortuna, no pido piedad. Sus ojo martillan, mis ojos baldíos sus ojos no brillan, tampoco los mios. Mira en mi alma y se complace, sere suyo sin esfuerzo, sonrie sabiendo el desenlace, gentil, impaciente, perverso. Mi palabra como contrato, y mi sangre como sello, la luna; testigo del pacto, asiente con su destello. Al fin su proposito es expuesto, conozco mi castigo, pide saber mi deseo y contesto: quedate conmigo. De mi autoría. |
Respuesta: Club literario...
¿Cómo se sacan las castañas del fuego?
A los 17 mi madre vio que me iba de casa, así que un día me cogió por banda y me enseñó a freír un huevo. Yo apenas había vivido más allá de las 3 calles de Palencia, tenía un caudal de sueños por achicar y un semáforo en rojo en la cuenta atrás de ponerse en verde. Acababa de amanecer un nuevo siglo, la gente de clase hacía pellas repartiendo cartas de universidad y la castañera de la calle mayor mientras seguía dándole vueltas al frío. Preocupada, intuyo, por el qué iba a comer y cómo, mi madre me enseñó a cocer pasta cortar lechuga y picar ajo para darle sabor al cerdo. Y una tarde, como ya he dicho, me cogió por banda y me enseñó a freír un huevo. Yo estaba en segundo de bachillerato y lo único que me preocupaba (no he cambiado tanto) eran las chicas, el cine y la poesía y en ese desorden coleccionaba pósters pensando en cómo sería mi vida. Pero mi madre, tímida, preocupada y repleta de ternura, insistía: llenaba una sartén de aceite, lo calentaba y con los ojos me decía: aunque te quemes, tienes que ser fuerte. Así aprendí a romper la cáscara, a poner dos huevos sobre la mesa y a sobrevivir en este mundo de mierda que tanto me gusta tantas veces. Cuando alguien me pregunta ¿cómo se sacan las castañas de fuego? respondo lo que aprendí viendo en las manos quemadas de mi madre: quemándote para que así otros, los tuyos, no se quemen. escandar algeet |
Respuesta: Club literario...
Garabatazos.
al principio creí en algunas cosas y creí que esas cosas eran importantes así que luché por ellas, o con ellas, que es la mejor forma de luchar por algo. o por alguien. al principio me llené de sueños porque no pensaba que los sueños pudieran ser un lujo. me llené de sueños y me dije: así, si los voy perdiendo, me quedará siempre alguno del que poder tirar. en caso de desvanecimiento. al principio yo no sabía de qué color eran las mentiras. a qué sabía la rabia. cual era el significado último de ciertas lágrimas en ciertos ojos. ahora distingo de entre colores el gris, mastico amargura con los puños, y he memorizado unos cuantos diccionarios de palabras para explicar un lloro. ya no miro tanto al cielo, pero aun resisto en caminar mirando hacia bajo. en época de cambios, miras tus nuevas paredes y piensas que no va tan mal, repasas los teléfonos que no usas imaginando qué sería de ti si hubieras seguido llamando. A ratos, te buscas excusas y haces un trato contigo mismo: mirar lo bueno del camino para poder asumir lo malo. y extiendes las manos esperando que llueva de nuevo. buscando el ácido pálpito de las dudas en la lengua. al principio era un cuento lleno de planos para palacios por construir. ahora fumo tranquilo en un piso alquilado y miro la papelera llena de folios rotos a garabatazos. ni me cuesta sonreir, ni no hacerlo me hace daño. escandar algeet |
Respuesta: Club literario...
Annabel Lee
Fue hace muchos y muchos años, en un reino junto al mar, habitó una señorita a quien puedes conocer por el nombre de Annabel Lee; y esta señorita no vivía con otro pensamiento que amar y ser amada por mí. Yo era un niño y ella era una niña en este reino junto al mar pero nos amábamos con un amor que era más que amor —yo y mi Annabel Lee— con un amor que los ángeles súblimes del Paraíso nos envidiaban a ella y a mí. Y esa fue la razón que, hace muchos años, en este reino junto al mar, un viento partió de una oscura nube aquella noche helando a mi Annabel Lee; así que su noble parentela vinieron y me la arrebataron, para silenciarla en una tumba en este reino junto al mar. Lo ángeles, que no eran siquiera medio felices en el Paraíso, nos cogieron envidia a ella y a mí:— Sí!, esa fue la razón (como todos los hombres saben) en este reino junto al mar) que el viento salió de una nube, helando y matando mi Annabel Lee. Pero nuestro amor era más fuerte que el amor de aquellos que eran mayores que nosotros— de muchos más sabios que nosotros— y ni los ángeles in el Paraíso encima ni los demonios debajo del mar separarán jamás mi alma del alma de la hermosa Annabel Lee:— Porque la luna no luce sin traérme sueños de la hermosa Annabel Lee; ni brilla una estrella sin que vea los ojos brillantes de la hermosa Annabel Lee; y así paso la noche acostado al lado de mi querida, mi querida, mi vida, mi novia, en su sepulcro junto al mar— en su tumba a orillas del mar. Edgar Allan Poe, 1849 |
Respuesta: Club literario...
El bosque.
Alguien entra en el bosque mientras grito. No puedo detenerlo. Sólo existe mi voz tan rota y tan cobarde que cada noche vuelve a repetirse sin que logre hacer nada. Hay tanta incertidumbre allí en el bosque, es tanta su espesura, que es mejor estar quieto, aunque la misma angustia suceda cada noche, aunque el bosque sea yo y alguien huya de mí. Fernando Valverde. |
Respuesta: Club literario...
Como la literatura es intemporal como los elfos, resucito este tema con un poema de Miguel Hernandez aprovechando que ayer fue el aniversario de su muerte.
Después del amor No pudimos ser. La tierra no pudo tanto. No somos cuanto se propuso el sol en un anhelo remoto. Un pie se acerca a lo claro. En lo oscuro insiste el otro. Porque el amor no es perpetuo en nadie, ni en mí tampoco. El odio aguarda su instante dentro del carbón más hondo. Rojo es el odio y nutrido. El amor, pálido y solo. Cansado de odiar, te amo. Cansado de amar, te odio. Llueve tiempo, llueve tiempo. Y un día triste entre todos, triste por toda la tierra, triste desde mí hasta el lobo, dormimos y despertamos con un tigre entre los ojos. Piedras, hombres como piedras, duros y plenos de encono, chocan en el aire, donde chocan las piedras de pronto. Soledades que hoy rechazan y ayer juntaban sus rostros. Soledades que en el beso guardan el rugido sordo. Soledades para siempre. Soledades sin apoyo. Cuerpos como un mar voraz, entrechocado, furioso. Solitariamente atados por el amor, por el odio. Por las venas surgen hombres, cruzan las ciudades, torvos. En el corazón arraiga solitariamente todo. Huellas sin compaña quedan como en el agua, en el fondo. Sólo una voz, a lo lejos, siempre a lo lejos la oigo, acompaña y hace ir igual que el cuello a los hombros. Sólo una voz me arrebata este armazón espinoso de vello retrocedido y erizado que me pongo. Los secos vientos no pueden secar los mares jugosos. Y el corazón permanece fresco en su cárcel de agosto porque esa voz es el arma más tierna de los arroyos: «Miguel: me acuerdo de ti después del sol y del polvo, antes de la misma luna, tumba de un sueño amoroso». Amor: aleja mi ser de sus primeros escombros, y edificándome, dicta una verdad como un soplo. Después del amor, la tierra. Después de la tierra, todo. Miguel Hernandez |
La franja horaria es GMT +1. Ahora son las 13:20. |
Desarrollado por: vBulletin® Versión 3.8.9
Derechos de Autor ©2000 - 2024, Jelsoft Enterprises Ltd.