Mi mujer me engaña con otro
 

Desde hace un tiempo; las cosas en tu matrimonio distan mucho de andar sobre ruedas. Pero nunca hubieras imaginado que tu mujer pudiera engañarte… hasta hace pocos días, cuando un amigo te contó que la vio paseando del brazo con un desconocido. Ahora ya no sabes qué pensar. ¿Deberías dejarla sin pedirle explicaciones, contratar un detective para que la siga o enfrentarla para obligarla a confesar? Sea cual sea la decisión que tomes, temes a lo que puedas descubrir.
En efecto, la infidelidad es una de las situaciones más dolorosas en una pareja, ya que con ella se rompe toda la confianza que habíamos depositado en la otra persona. A veces, por largos años. Lo que no debes hacer es mirar al costado y pretender que nada ha sucedido. Enfrenta la situación y de acuerdo con lo que surja, estarás en mejores condiciones de decidir cómo seguir adelante.

¿Estás seguro?

Si no tienes la certeza de la infidelidad de tu mujer, no la acuses abiertamente. En el caso, aún remoto, de que sea inocente, la herirás profundamente con tu desconfianza y esto hasta podría invitarla a serte infiel en un futuro. Lo que debes hacer es hablar con ella desde el corazón, nunca desde una posición acusatoria y menos que menos de amenaza. Dile que la sientes distante y que quieres saber por qué. Invítala a caminar o a tomar algo a algún lugar que tenga un significado especial para vosotros. Pero evita un lugar donde haya muchas personas, pues la conversación puede tornarse fea y no querrás hacer un escándalo en público.
Es posible que tu mujer termine por admitir su aventura. Y si no lo hace, ahora sí estarás en una posición de necesitar pruebas para enfrentarla. Algunos hombres optan por contratar los servicios de un detective privado. Otros, siguen ellos mismos a sus mujeres y algunos les revisan los mensajes del móvil y del correo electrónico. Lamentablemente, en una mayoría de los casos, las sospechas resultan ser fundadas.

Lidiando con la verdad

No se te ocurra levantarle la mano a tu mujer ni amenazarla. Habla con ella y demuéstrale cómo te ha herido, y que no sabes si alguna vez podrás volver a confiar en ella. Luego, distánciate al menos por unos días, vete a algún lugar donde no pueda localizarte y evita volver a hablarle hasta que no estés más calmado.
Cuando vuelvan a encontrarse, prepárate para escuchar cosas que no te gustarán. Rara vez la infidelidad viene sola, en general es producto de una crisis más profunda de pareja y de problemas que podrían haberse evitado si se los hubiera conversado a tiempo. Tu mujer posiblemente intente hacerte comprender los motivos que la llevaron a engañarte (aunque por supuesto que nada de esto justifica su accionar). De todas maneras, intenta escucharla y tratar de entenderla. ¿Hay algo de lo que dice que puedas reconocer como cierto? De ser así, ¿existe alguna responsabilidad tuya en la crisis del matrimonio? Tal vez todo esté perdido para vosotros –tal vez no-, pero intenta poner atención para no repetir tus errores en un futuro.
¿Deberías perdonarla? Depende de ti. ¿Podrás volver a confiar en ella alguna vez? Tómate todo el tiempo que necesites para pensarlo. Y si decides que no es así, separarte puede ser la opción menos dolorosa.

Lo que no debes hacer

Evita pedirle detalles de su amorío: dónde y cómo se conocieron es una cosa, pero no pretendas que te relate sus relaciones sexuales. Sólo conseguirás lastimarte y no podrás quitarte las imágenes mentales de la cabeza.
Tampoco la perdones de inmediato y corras a vengarte con la primera mujer que se te cruce. Eso sólo te servirá como un desahogo momentáneo y no arreglará las cosas entre vosotros. En la infidelidad no hay “empate” posible. Todos pierden, en especial el amor.