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domingo por la noche, me conecto al messenger porque me aburro mientras empieza un programa de television que me apetece ver antes de irme a dormir. ya he cenado y claro, me pongo a pensar en las cosas que han acontecido este fin de semana, como me ha ido con los amigos (somos un grupito reducido de hombres y mujeres en torno a la treintena de años) y que espectativas se abren ante mi.
haciendo un poco de balance llego a la conclusion de que estoy condenado a verme siempre solo. da lo mismo lo que haga o diga, soy invisible, soy invisible en persona, soy invisible en el messenger, soy invisible para todas las mujeres ¿por que? la respuesta es sencilla, porque siempre hay alguien mucho mejor.
la conclusion logica a la que siempre llego: siempre hay alguien muchisimo mejor y dado que es asi, da igual lo que yo pueda hacer o decir, da igual que me rompa las piernas dando saltos y agitando los brazos para hacerme ver, da igual que me desgañite gritando para hacerme oir... simplemente no me ven, simplemente, no me oyen, simplemente, no existo.
los otros deben ser infinitamente mejores. mejores amigos, mejores compañeros, mejores conversadores, mejores amantes, mejores hombres... todos tienen algo que yo no, todos son especiales, menos yo.
en fin, que me quedare solo para siempre, como al que le hechan una condena injusta como castigo por un crimen que no ha cometido, pero yo si soy culpable: soy culpable de mediocridad, de fealdad, de tener un perfil bajo en todos los sentidos, de no ser encantador, de no ser buen amigo, buen compañero, buen amante, buen confidente, buen conversador, de no ser bueno.
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