¿Por qué les cuesta más aceptar una negativa?

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Caluroso domingo, y café mañanero como viene siendo costumbre con una de mis viejas amigas. Surge el debate.

Por regla general, cuando un chico es rechazado por una chica, y esta con comprensión le explica que solo le ve como un amigo y nada más. El chico acepta la negativa con una sonrisa, y sin rencores, lo asume, y aunque después siga su camino, y no se vean en mucho tiempo, no suele existir mayor problema.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, cuando es al reves. Es el chico el que amablemente rechaza la proposición de la chica, esta se siente tan ofendida que por regla general suele guardar rencor duradero al chico en cuestión, retirandole incluso la palabra.

Bien, ese ha sido el debate cafetero de esta mañana. Al final, tanto ella, como yo, hemos llegado a la misma conclusión:

Los chicos, desde que son muy jovenes, en el aspecto sentimental, son educados para tomar la iniciativa. Cuando se es adolescente, son ellos los que suelen "pedir salir", los que se lanzan al agua. Por lo que desde muy jovenes se acostumbrar a aceptar el rechazo en ese aspecto, y aprenden a controlarlo y asumirlo.

Sin embargo ellas, desde temprana edad, simplemente esperan a que sean los chicos los que se lancen, y en función de los posibles candidatos, aceptar o rechazar la proposición. De forma que ellas por regla general no tienen que enfrentarse ante la posibilidad de un rechazo. Ya que evidentemente, quien no apuesta, no tiene nada que perder.

Pero los años pasan, todos crecemos y nos hacemos mayores. Y ya llegados a ciertos rangos de edad, algunas chicas (por fortuna), al ver que las reglas del juego cambian, deciden tomar la iniciativa, de forma que se enfrentan a los tan temidos rechazos. Y debido a que desde jovenes, no han tratado con esa situación de negativa, no saben muy bien como reaccionar o como afrontarlo. Optando muchas de ellas, por adoptar una actitud hostil hacia el chico que las ha rechazado, cortando todos los lazos, y guardandole un rencor que suele ser bastante duradero. De hecho, ella misma me confesó que hay un par de chicos que la rechazaron y a los que todavía, a pesar del tiempo transcurrido, confiesa guardarles cierto resquemor, hablando de ellos con recelo.

En resumen, hemos llegado a la conclusión de que son los factores sociales una vez más los que marcan estas curiosas pautas.

¿Qué opinais vosotros?

Un saludo.