Poemas o cartas de amos

Ratoncitopáez

No sé si se había abierto este tema antes, soy relativamente nuevo en el foro.
Hubo una época en la que me dio por escribir cosas románticas por unas razones u otras, si os apetece y os gusta, podemos dejar por aquí nuestras "creaciones". No se pretende que seamos un "Bécquer" o un "Espronceda" simplemente escribir algo romanticón.

Empiezo:

Templaría mi guitarra para cantarte canciones de amor,
escribiría con mi mejor pluma versos hasta perder la razón,
pintaría con el pincel de mis sueños tu silueta de divina flor,
Templaría, escribiría, pintaría… todos los secretos de mi corazón.

Ratoncitopáez

Veo que en el título del post se me ha colado una S en vez de una R.
Bien empezamos....

Danteojos

No he escrito mucha poesía, la verdad sea dicha, ya que siempre me ha seducido más la narrativa. Y lo que se dice versos de amor, menos todavía. Confieso además que soy bastante malo a la hora de desenvolverme en los floridos parterres de la lírica. No obstante, alguno que otro sí que he forjado en esas noches de luna llena que tan inspiradoras resultan a los licántropos, así que rebuscando, rebuscando, he encontrado alguno de esos poemas, marchitándose que estaban en el rincón donde se abandonan los sueños. Así que comparto este con vosotros:

QUE TE QUIERO

Que te quiero por la noche y por el día,
que te quiero de ambarino y de azul claro,
que te quiero ya desnuda, ya vestida,
que te quiero cuando grito y cuando callo.

Que te quiero cuando al alba el sol despierta,
que te quiero en cada fase de la luna,
que te quiero en la distancia y a mi vera,
que te quiero con furor y con locura

Que te quiero porque así me da la gana,
que te quiero de vainilla y chocolate,
que te quiero por simpática y por guapa,
que te quiero revestida de azahares.

Que te quiero, niña, que te quiero y punto.
Que te quiero, niña, que te quiero y basta.

Que te quiero entre trigales amarillos,
que te quiero perezosa y soñolienta,
que te quiero mientras este verso escribo,
que te quiero si retoza mi alma inquieta.

Que te quiero por el brillo que desprendes,
que te quiero cuando tus manos me rozan,
que te quiero de casualidad y adrede,
que te quiero cuando tus ojos me enfocan.

Que te quiero recostada sobre un muro,
que te quiero provocadora y traviesa,
que te quiero porque me vistes de embrujo,
que te quiero cuando tus labios me besan.

Que te quiero, niña, que te quiero y basta.
Que te quiero, niña, que te quiero y punto.

She

Yo es que no he tenido amos

Ratoncitopáez

Tus ojos…

El otro día me estuve fijando en tus ojos…
Ojos negro azabache de mirada limpia, pura, cristalina…
Me preguntaba qué se escondía detrás esos dos pequeños brillantes
luceros llenos de timidez, timidez que se torna en valentía cuando la ocasión lo requiere
y coraje en las situaciones difíciles…
Me pregunto, ¿te has planteado alguna vez presumir de tus ojos?
Yo veo a través de tus ojos, mi amor ve a través de ellos…
Te quiero…

Wildcat

Corren a chorretones los mensajeros químicos de ese amor que me hincha el corazón de petulantes recuerdos desatados cuando no está Vd. a mi lado.

Percibo la insignificancia, en este lado del espejo roñoso del baño descuidado que habito los días de lluvia y nostalgia, languideciendo, desde que nos despedimos, en ese viaje intercontinental con pasaporte Covid hacia lo incierto.

Son las sábanas frías de su ausencia, sin esperanzas para la primavera que no tendrá flores y que prolongará la agónica existencia hasta comprimirse en un punto del espacio-tiempo, a modo del apagado de un dispositivo de rayos catódicos.

Téngame en su memoria y reciba un cordial saludo.

Ratoncitopáez

Querida Roxana:

Te escribo estas letras para expresarte cuanto te he querido, te quiero y te querré, aunque, no sé si una sola carta será suficiente para expresar mi amor…
Mi timidez infinita me ha privado siempre de expresarte mis sentimientos, pero ya sabes, aunque no te lo haya dicho personalmente, que mi mundo gira en torno a ti, que los minutos me parecen segundos sin ti, es más, ahora cuando te vea si quiero verte. Y quiero verte, porque me he dado cuenta que sin ti no soy nada, porque para mi lo eres todo.

No creo que nunca me atreva a enviar esta carta, pero si alguna vez me atrevo, y no soy correspondido, te pido por favor que lo guardes en silencio, porque aunque no sea un amor recíproco, me quedará el consuelo de que al menos si compartiremos un gran secreto, un secreto de amor, confío a ciegas de tu discreción.

Por siempre tuyo, tu Cyrano de Bergerac.