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Quiero consultaros mi caso que, aunque os parezca una tontería, a mi me hace sufrir y además hago sufrir a mi marido. Cuando salimos juntos me molesta horrores que el mire, aunque sea furtivamente a otras mujeres, pero si lo hace con disimulo no le digo nada, si es más descarado tampoco se lo digo, pero dejo de tratarle cariñosamente y le hablo lo imprescindible. Cuando se lo he reprochado me ha contestado que "a todo el mundo le gusta alegrarse la vista", lo que me ha molestado aún más. Si estamos en un bar o restaurante procura sentarse siempre de cara a la puerta, incluso lo hace ya sin darse cuenta, siempre busca esa posición, lo que me resulta muy desagradable. Si salimos con amigos, el sigue la mirada de ellos para ver qué están mirando y así no perderse nada, han llegado a salirse a la puerta del pub en el que estamos y dejarnos a las mujeres dentro, supongo que para no perderse a las que pasan por alli. Yo me he enfadado por esto, porque creo que no es normal que si salimos un grupo nos dejen a un lado a las mujeres. Pienso que nunca me ha sido infiel, y es buen marido, pero estos detalles me martirizan. Yo tengo 49 años y aunque aún me siento atractiva sé que ya no va a ser así por mucho tiempo y creo que mi marido hará estas cosas cada vez más, por lo que me iré sintiendo peor con el paso del tiempo. Se que os parecerá una simpleza, con la de problemas que hay en el mundo, pero bueno, por lo menos me he desahogado.
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