Hola a todos! Esta historia no es nada del otro mundo (corta pero intensa) pero como todos, uno se come la cabeza con lo suyo...
Nos conocimos en el gym. Ella se relacionaba con nadie así que la hablé yo. Con muy poco background me lancé a intentar algo. Desde el principio vi que era especialmente tímida, muuuuy retraída. Además, a pesar de que ella había dejado otra relación apenas días antes porque en ese momento de su vida no podía ser novia de nadie, empezamos a salir.
Por mi propio carácter y también mi estupidez pues la cagué varias veces y me aguantó hasta que hice otra cagada y me mandó a Cuenca. Acabamos muy bien, con las puertas abiertas a pesar de todo, según reconoció, pero luego la volví a cagar
y discutimos ahora sí de forma que ahora no me habla.
Lo malo de esto es que nos vemos continuamente y la situación se ha vuelto, en mi opinión, absurda. Entiendo que se enfadara conmigo pero cruzarse con tu ex y hacerte el desconocido durante tanto tiempo me parece demasiado.
Pistas sobre ella. No es "emo" pero podría: super tímida, extradamente introvertida, le da 1 millón de vueltas a todo, "la vida me ha hecho así", "prefiero que viva un animal a que viva yo", le encanta el negro, frases del msn rallantes, preferencia por la belleza en lo triste antes que en lo alegre... En definitiva, una chica incluso más sensible de lo normal, con unas ralladuras de cabeza importantes.
Pistas sobre mí. Pues una apisonadora. Eso he sido en su vida. Digamos que no dejo indiferente a nadie. Como ella me dijo (y no es la primera), le doy cosas muy buenas y cosas muy malas. Por eso lo intentó conmigo a pesar de no conocerme, de haber dejado a otro por no tener tiempo para nada, por eso me perdonó algunas cagadas que no le perdonaría a nadie. Pero todo llega a un límite en el que las cosas malas acaban pesando más que las buenas por muchas que sean.
¿Qué siento? No es que no pueda vivir con esta situación (fue tan breve que no da tiempo a ello), es que me parece excesivo este teatro mutuo. Me molesta por lo ridículo que es. Y porque tiene pinta de que el problema se va a enquistar.
Por otro lado sí que me gustaría volver con ella. Lo malo es que ella cree que somos tan diferentes que no puede ser y, más allá, cree que la gente no cambia, o sea, que yo no cambiaré. Yo estoy determinado a cambiar mis defectos pero ella no lo creerá y no sé como demostrarlo (¿es este teatro la prueba?).
Había pensado en algo bonito (carta y música) para romper esta situación. Eso sí, nunca en persona. No la dirigiré la palabra para que no se sienta invadida. ¿Alguna sugerencia? Gracias!!!
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