Hace casi 1 mes que decidí separarme. Hace menos de una semana que ya no tenemos contacto. La extraño tanto y también la amo, pero a la vez siento un rencor inevitable. Ella también me ama, y aunque me rogase por volver, por luchar por el amor que sentimos, yo ya no puedo volver.
No se trata de un caso de infidelidad. A veces, el amor es una condición necesaria pero no suficiente, al menos, esta es mi manera de pensar, pero no la suya. Peleábamos tanto...su nivel de empatía era tan baja, que solamente importaban sus necesidades, no las mías. Yo nunca tenía razón. Esto se había convertido en algo altamente tóxico, donde yo cargaba siempre con la pesada mochila de la culpa, incluso cuando realmente no la tenía.
Hoy recuerdo con tristeza los momentos que sí eran lindos. Aquel sábado lluvioso que fuimos a cenar, al cine, a beber algo y a bailar. Las frías tardes y noches de sábado que después de hacer el amor, nos abrazábamos mientras mirábamos Netflix. Estaba y estoy tan enamorado de quién me hizo tan mal... y eso realmente duele.
Ella me pide que me arriesgue por nuestro amor si aún nos amamos, que cambiaría por mí. Yo decidí sacarle todo gramo de esperanza bloqueándola de todos lados. La amo, pero si amarla significa no amarme, no puedo seguir adelante.
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