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Este año he empezado con mal pie, aunque intento valorar las pocas cosas buenas que tengo e intento mirar el mundo desde una perspectiva más positiva.
-Contacté con una amiga de mi adolescencia hace tiempo por medio de las redes sociales, ya que lleva años viviendo en Londres (lugar al que pienso irme a vivir en el futuro por temas laborales). Esta persona, a la que hace poco consideraba mi mejor amiga de la adolescencia, tiene la mala costumbre de responderme a las semanas en el whatsapp después de dejarme en "visto". Según ella el número es de su novio (algo de lo que me enteré recientemente porque en principio era compartido). Quedó en escribirme desde su móvil ese mismo día cuando llegara a su casa y decirme una cosa que me iba a encantar; ni me escribió ese día (una semana después sigo esperando sentada) ni me he enterado de la buena noticia.
Al principio pensaba que no lo hacía con maldad, pero una cosa es ser despistada y otra mostrar un desinterés tan descarado. Me dolería pasar de ella definitivamente porque también contaba con ella para mis comienzos en Londres, pero no tengo claro en qué me beneficia conservar la amistad de alguien que cuando te habla parece que le importas y luego actúa como si no existieras.
-Llevo intentando contactar con una amiga mía de la infancia, a la que también consideré en su día mi mejor amiga (la primera importante que tuve) desde hace meses. Me enteré de que tenía un cáncer y quise estar a su lado en un momento tan crítico, pero mi mensaje de Facebook nunca apareció como "leído" ni tampoco aceptó mi petición de amistad. Curiosamente, cuando le dije que me había enterado de su situación por Instagram, se privatizó la cuenta. Desconozco si fue a causa de mi mensaje (que no sé si leyó) o por pura casualidad. Cansada de tantas dudas, ayer contacté con una amiga común para saber su estado y que me pusiera en contacto con ella.
Hoy me habló y me dio las gracias por su apoyo, pero tampoco se extendió demasiado. Hace cuatro años, después de diez sin vernos, también había contactado con ella por Facebook y su reacción había sido distinta conmigo, me había agregado enseguida y estaba dispuesta a hablar. Ahora siento algo súper extraño...
-Contacté con una hermana mía (por parte de padre) que es italiana y a la que nunca he visto en persona. Ella y yo sabemos de la existencia de la otra desde hace seis años. La primera vez no terminamos muy bien por culpa de nuestro padre y rollos personales, pero como ella era menor por aquel entonces y yo acababa de cumplir dieciocho, lo dejé estar y pensé que el tiempo pondría todo en su sitio.
Me recibió bien por Facebook, me dijo que se alegraba de que la hubiera buscado y que estaría encantada de conocerme. Me hizo unas cuantas preguntas que me molesté en responder; ella, sin embargo, no respondió a mi último comentario con preguntas también. Pensaba que no se podía conectar por X motivos, pero después de una semana ha entrado y en un bonito "visto" me he quedado.
Sinceramente, todo esto me está dejando mal. No sé si soy yo, no sé si la gente tiene una vida muy ajetreada para ser educada o simplemente no hay un cariño recíproco. Siento que las personas que más me han importando en mi vida (al margen de mi familia) no tienen el mismo interés por mí. De alguna manera, no sé cómo afrontar esta situación porque me siento prácticamente sola.
¿Algún consejo? ¿Paso de las tres? ¿Les sigo el rollo hasta que decidan dejarme en "visto" de nuevo? Sinceramente, siento que las personas que se quedan al lado para toda la vida dejan de existir cuando la distancia y el tiempo se interpone. Para mí estas dos cosas nunca han sido un problema porque me quedo siempre con los recuerdos, cojo aprecio a la gente y, aunque no soy perfecta y me equivoco en la vida, nunca sería capaz de comportarme como lo hacen conmigo.
Mi hermana tuvo la decencia de agregarme a FB cuando supo que era yo (al principio me bloqueó y me quedé en shock y decidí escribirle desde otra cuenta, pero al parecer estaba alegre de que le escribiera). En este caso, no entendí nada y dejé el tema correr; con mi amiga la de Londres ya me estoy acostumbrando a su "luego te escribo" y, cuando me olvido, aparece para decirme lo mismo o casi nada. Y la última, sabiendo que tiene una enfermedad tan delicada como el cáncer, no quiero hacerle ningún daño ni entrar en su vida para echarle nada en cara; al contrario, sólo quiero ayudarla. Pero, ¿y si contactó conmigo por compromiso? Como al final fue su amiga quien se lo dijo, no sé ya qué pensar...
En fin, que creo que la amistad y el amor no duran toda la vida.
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