Fue un día inesperado
cuando ante mi apareciste.
Núnca habría imaginado
lo importante que fuiste.
Tú que entraste en mi vida
más bien por casualidad,
ganándote mi cariño,
haciendo un sueño realidad.
Me enseñaste qué era amar,
conseguir tocar el cielo,
que sobraban las palabras
para decirte "te quiero".
Más me diste alas para volar
sobre un mar de ilusiones,
en el que desembocarán
hermosas evocaciones.
El sabor de dulces labios,
tus eróticas caricias,
cada minuto a mi lado,
mil momentos y delicias.
Porque desgraciadamente,
por capricho del destino,
la unión de nuestras almas
se separa en el camino.
Aunque sentimientos no mueren,
tampoco nuestra pasión,
y no existirá el olvido
mientras lata mi corazón.