Vemos caras, pero no corazones.
Nadie sabe lo que pasa detrás de la puerta, ni tampoco detrás del teclado, o en este caso, detrás del micrófono.
A veces las personas crean una ilusión con su vida para ocultar el drama que están viviendo, e incluso ellas mismas creen en esa ilusión, no sólo se trata de hacerle creer al resto algo que no es.
Por eso mucha gente justifica a sus parejas, para vivir una ilusión.
Lo bueno es que siempre hay tiempo para volver a empezar.
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