Bueno me ha dado por divagar de nuevo y estoy pensando que el corazón no es muy bueno que digamos, creo que debería hacer sus funciones vitales que al fin y al cabo es recoger y llevar la sangre a lo largo de nuestro cuerpo.
Digo esto porque casi nunca estamos de acuerdo con la manera en la que trabaja en su otra “función”, la del amor. En realidad no se separa mucho de la función de transportar la sangre, ya que hace esto mismo pero en lugar de llevarla a otros órganos la lleva a unos “seres” minúsculos, que no sabes muy bien por donde entraron, pero que han decidido quedarse a vivir en tu tripa; es decir, las famosas y mundialmente conocidas “mariposillas”
Volviendo al tema, porque se me ha ido un poco el hilo, creo que nunca estamos de acuerdo, porque si no hay amor comienzan los lamentos, el siempre estaré solo…..y en el momento en que te enamoras también hay quejas o más bien dudas y miedos, pero sobre todo pasa si no es correspondido, sino te atreves a dar el paso, si sale mal y otros muchos etc.
Creo que en verdad aunque visto así el amor tiene muchos cosillas negativas, también es algo muy bonito, que hace que saques o al menos lo intentes lo mejor de ti, aunque luego todo salga mal, pero creo que a todos nos gusta ese momento en el que empiezas a sentir esas “inquilinas” en la tripa y entonces todo lo que era oscuro y feo pasa a tener luz y a ser bonito, quizá este exagerando pero lo veo así.
Además me he fijado que cuantas más ganas tienes de enamorarte más tarda esa persona en llevar y cuando sin embargo no buscas nada, deseas estar tranquilo…..de pronto aparece alguien que te rompe los esquemas y ya no sabes por donde tirar, es como una ley de Murphy o algo así.
Pero como decía una vez que sientes esas inquilinas ya sabes lo que es y es cuando decides si “alimentarlas” más o dejar que se vayan tal cual han venido. En esto mucha importancia tiene la razón, que viene desde ese órgano llamado cerebro y que en sus ratos libres le da por pincharte y hacerte pensar, comerte el tarro….
Cuántas veces os habrá pasado eso de tener a alguien que valga la pena delante, saber que es y será especial para ti y pensar para qué voy a hacer algo si es un imposible, si nunca se fijará, en realidad somos muy distintos…….pero por más que se lo expliques a las inquilinas ellas no lo entienden porque ellas son así, tienen vida propia y viven en su propio hábitat; es decir, tu tripa.
Por lo que al final surge el debate en plan angelillo/diablo de a ver que se hace y por más vueltas que le des, al final llegas al mismo sitio y ves que es alguien importante en tu vida y que no sabes como llevar el asunto, pero normalmente decides callarte y ahorrarte y ahorrar a la otra persona el tener que decir lo que sientes y el evitar escuchar lo que no quieres, y el resultado de eso……….que te quedas con unas tremendas ganas de mostrar y vivir lo que en verdad sientes.
Al corazón a lo largo del día le entran muchas gotitas de sangre al igual que entran personas a lo largo de nuestra vida, pero al fin y al cabo menos mal que hay diferencias, porque al corazón le vale cualquier “gota”, pero a nosotros no nos vale cualquier persona. Se trata de aquella en la que piensas, la que pensando en ella se escapa una sonrisa, la que pese a muy malo que hayas tenido el día te comprende y trata de compensar todo eso estando ahí contigo, esa con la que compartes momentos que hacen que al recordarlos quieras vivirlos de nuevo, esa que te viene a la mente cuando escuchas una canción, o que te acuerdas de ella por cualquier cosilla esa que sabes que pase lo que pase estará ahí y bueno esa con la que compartes momentos…..mmmm…….”intimos” jijijiji, pero sobre todo es esa persona que consigue hacerte FELIZ y que ayuda a que crezcas o mejor dicho que crezcais juntos.
Así que creo que después de todo esto que aunque a veces nos duela escuchar a nuestro corazón, por miedo a saber que pueda decir, está bien hacerlo porque el mismo te puede ayudar a traer personas y cosas bonitas a tu vida.
|