(Nuevos Primero)
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| 22-Nov-2012 11:50 |
| Shiryu77 |
Respuesta: Algo inesperado
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| 22-Nov-2012 11:27 |
| No Registrado |
Respuesta: Algo inesperado
comprate tu un sofa mas grande e invita a más maduritas 
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| 22-Nov-2012 11:00 |
| Shiryu77 |
Respuesta: Algo inesperado
Jajaja ... lo del párrafo final me hace dudar que sea cierto. Pero puede serlo perfectamente. Yo no sólo volvería ir al gimnasio, sino que intentaría por todos los medios volver a ese sofá ... 
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| 22-Nov-2012 10:46 |
| Lupercal |
Respuesta: Algo inesperado
Vaya, lo tuyo es ya de traca de feria, osea que te vas a cambiar del gym antes de que te acabes pasando por la piedra a todas las maduras y no tan maduras que asisten a el o lo que podría ser mucho peor, que algún novio o marido se entere, lo comente con algún otro "afectado" y en vez de un trío con mujeres tengas un trío de hostias con hombres, donde tu te las va a llevar todas, como parece ahora que te llevas de calle a sus parejas. 
En fin, es verdad eso que dicen que Dios da pañuelos a quien no tiene mocos. Tu verás lo que haces.......
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| 22-Nov-2012 10:41 |
| Magnus |
Respuesta: Algo inesperado
¿Esto es real?, parece un argumento gastado de una peli porno. Sólo falta el jardinero mirón.
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| 22-Nov-2012 06:47 |
| No Registrado |
Algo inesperado
Realmente mi historia no es de amor, más bien es de sexo puro y duro.
Tengo 23 años. Desde hace un año asisto a un nuevo gimnasio. En algunas ocasiones he entrado en una de las clases dirigidas en la que el las usuarias son mayoritariamente mujeres. En este grupo hay muy buen ambiente y lazos de amistad. Cada semana suelen quedar para tomar algo después de la clase y yo he asistido a una de estas reuniones. En este grupo de gente predominan mujeres mayores que yo, de entre unos 35 y 45 años. Reconozco que he flirteado con algunas de ellas y sé que a más de una le he gustado.
Pues bien, el pasado fin de semana quedé con dos mujeres para celebrar el cumpleaños de una de ellas. Cuando estábamos más tranquilos, después de la tarta y el cava, nos sentamos en el sofá. No sé si fue casualidad o premeditado, pero yo quedé sentado en el centro. Comenzamos a hablar y la conversación fue subiendo de tono. La que estaba a mi derecha comenzó con insinuaciones muy directas y con poses muy excitantes, se tocaba constantemente o se apretaba contra mi. En un momento comenzó a hablar de los tríos, de pasarlo bien y me cogió la mano y me la puso entre sus piernas (llevaba falda). La de mi izquierda, la más joven, se mostraba más tímida. Pero cuando me quise dar cuenta, ya estaba con las dos liado en el sofá.
Vi cumplido uno de mis sueños, reconozco que me lo pasé bien. Sin embargo, ahora siento mucha vergüenza por lo ocurrido y me da apuro volverme a encontrar con ellas. Durante toda esta semana no he asistido al gimnasio e incluso me estoy pensando cambiar de centro y volver a mi antiguo gimnasio. Temo también que la historia se difunda y hablen de mi como una especie de "chico para todo" entre ese grupo de mujeres.
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