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Iniciado por ElDoctorAmor

Que una persona se sienta atraída hacia nosotros siempre es motivo de orgullo y hasta de secreta satisfacción. En efecto, vemos reflejadas en la admiración del otro aquellas características nuestras de las que no siempre nos sentimos seguros. ¿Soy atractiv@? ¿Se fijará alguien en mí? ¿Podré conseguir algún día a alguien que me quiera? Todo parece confirmarse cuando tenemos un/a enamorad@.
Pero el tener un admirador secreto puede ser motivo de intriga y hasta de preocupación. Al halago inicial que podemos sentir al recibir un regalo sorpresa con una tarjetita con palabras de amor, se le puede sumar la duda sobre quién será esa persona. E, inclusive, algo de resquemor sobre cuáles serán sus verdaderas intenciones.
A no desesperarse. Si tienes un/a admirador/a secret@, te diremos cómo te conviene actuar.

No seas alarmista

A ver, no hay por qué estar asustados, salvo que tu “admirador” escriba sus palabras de amor con sangre o hierva vivo a tu conejito como en la cinta Atracción fatal. Lo más probable (y lo más sencillo) es que se trate simplemente de un/a chic@ con mucha timidez y que, si bien muere por susurrarte al oído palabras de amor, por ahora no ha podido más que enviarte algún poema anónimo. Así que no corras a buscar la protección de la CIA o del FBI ni mucho menos de tu madre: un admirador secreto es algo muy diferente de un acosador.

Sé discret@

Seguramente, lo primero que quieras hacer al recibir una carta, un mail o un obsequio de tu admirador secreto sea salir corriendo a contarles a todos tus amigos y tus conocidos. ¡Error! Es posible que tu admirador se encuentre entre ellos, que sea justamente aquella persona de la que menos sospecha, probablemente alguien que pasa bastante tiempo contigo y que te conoce bien. Por ello, no desaproveches la oportunidad de observarlos a todos (incluso es posible que, mientras ninguno de tus amigos te haya escrito esas cartas, sí sepan perfectamente quién lo hizo y hasta colaboren haciendo de mensajeros).
Lo que has de hacer es, entonces, no mencionar lo que hayas recibido, pero sí mostrarlo casualmente: si te regalaron un chocolate, ábrelo y cómelo delante de todo el grupo. Si te escribieron una carta, deja que se asome entre tus papeles. Y entonces sí, presta muchísima atención a aquel o aquella que desvía la mirada sin poder contenerse, que se ruboriza o que te hace algún tipo de comentario, del estilo “qué rico chocolate, ¿no?”. Posiblemente te pongan sobre la pista correcta.

Arma una lista de “sospechos@s”

Tal vez al principio creas que puede ser cualquiera. Pero, si te sientas con la cabza más fría delante de una hoja de papel, seguramente puedas anotar los nombres de todos aquellos posibles admiradores y, salvo que seas una persona particularmente sociable y popular, probablemente no tengas más que cuatro o cinco sospechosos. Puedes hacer alguna indagación inocente que te permita descartar a más de uno con una buena “coartada” (por ejemplo, tu compañer@ de banco justo faltó el día en que te dejaron un “te quiero” escrito en tu agenda).

Ante las sospechas, confróntal@

Si tienes serios motivos para sospechar de una persona en particular, lo mejor que puedes hacer es aprovechar algún momento en el que estén a solas para finalmente confrontarl@ con la verdad. Si es alguien que no te gusta, dile que te sientes muy halagad@ por todo lo que viene haciendo por ti pero que no quieres alimentar falsas esperanzas. En cambio, si es alguien que te gusta, puedes divertirte un tiempo jugando el mismo juego tú también. Es raro que, una vez descubierto su juego, la persona lo niegue. ¿Quién sabe? Un/a admirador/a secret@ podría terminar transformándose en el amor de tu vida.

Iniciado por ElDoctorAmor

Que una persona se sienta atraída hacia nosotros siempre es motivo de orgullo y hasta de secreta satisfacción. En efecto, vemos reflejadas en la admiración del otro aquellas características nuestras de las que no siempre nos sentimos seguros. ¿Soy atractiv@? ¿Se fijará alguien en mí? ¿Podré conseguir algún día a alguien que me quiera? Todo parece confirmarse cuando tenemos un/a enamorad@.
Pero el tener un admirador secreto puede ser motivo de intriga y hasta de preocupación. Al halago inicial que podemos sentir al recibir un regalo sorpresa con una tarjetita con palabras de amor, se le puede sumar la duda sobre quién será esa persona. E, inclusive, algo de resquemor sobre cuáles serán sus verdaderas intenciones.
A no desesperarse. Si tienes un/a admirador/a secret@, te diremos cómo te conviene actuar.

No seas alarmista

A ver, no hay por qué estar asustados, salvo que tu “admirador” escriba sus palabras de amor con sangre o hierva vivo a tu conejito como en la cinta Atracción fatal. Lo más probable (y lo más sencillo) es que se trate simplemente de un/a chic@ con mucha timidez y que, si bien muere por susurrarte al oído palabras de amor, por ahora no ha podido más que enviarte algún poema anónimo. Así que no corras a buscar la protección de la CIA o del FBI ni mucho menos de tu madre: un admirador secreto es algo muy diferente de un acosador.

Sé discret@

Seguramente, lo primero que quieras hacer al recibir una carta, un mail o un obsequio de tu admirador secreto sea salir corriendo a contarles a todos tus amigos y tus conocidos. ¡Error! Es posible que tu admirador se encuentre entre ellos, que sea justamente aquella persona de la que menos sospecha, probablemente alguien que pasa bastante tiempo contigo y que te conoce bien. Por ello, no desaproveches la oportunidad de observarlos a todos (incluso es posible que, mientras ninguno de tus amigos te haya escrito esas cartas, sí sepan perfectamente quién lo hizo y hasta colaboren haciendo de mensajeros).
Lo que has de hacer es, entonces, no mencionar lo que hayas recibido, pero sí mostrarlo casualmente: si te regalaron un chocolate, ábrelo y cómelo delante de todo el grupo. Si te escribieron una carta, deja que se asome entre tus papeles. Y entonces sí, presta muchísima atención a aquel o aquella que desvía la mirada sin poder contenerse, que se ruboriza o que te hace algún tipo de comentario, del estilo “qué rico chocolate, ¿no?”. Posiblemente te pongan sobre la pista correcta.

Arma una lista de “sospechos@s”

Tal vez al principio creas que puede ser cualquiera. Pero, si te sientas con la cabza más fría delante de una hoja de papel, seguramente puedas anotar los nombres de todos aquellos posibles admiradores y, salvo que seas una persona particularmente sociable y popular, probablemente no tengas más que cuatro o cinco sospechosos. Puedes hacer alguna indagación inocente que te permita descartar a más de uno con una buena “coartada” (por ejemplo, tu compañer@ de banco justo faltó el día en que te dejaron un “te quiero” escrito en tu agenda).

Ante las sospechas, confróntal@

Si tienes serios motivos para sospechar de una persona en particular, lo mejor que puedes hacer es aprovechar algún momento en el que estén a solas para finalmente confrontarl@ con la verdad. Si es alguien que no te gusta, dile que te sientes muy halagad@ por todo lo que viene haciendo por ti pero que no quieres alimentar falsas esperanzas. En cambio, si es alguien que te gusta, puedes divertirte un tiempo jugando el mismo juego tú también. Es raro que, una vez descubierto su juego, la persona lo niegue. ¿Quién sabe? Un/a admirador/a secret@ podría terminar transformándose en el amor de tu vida.