carlos tielve garcía |
¿por qué el amor no puede ser asesino?
De cama en cama en cama, es este viaje, el viaje de la vida.
El que nace, el herido y el que muere,el que ama y el que sueña,
vinieron y se van de cama en cama. Vinimos y nos vamos,
en este tren, en esta nave, en este río común a toda vida,
común a toda muerte. La tierra es una cama florida por amor,
sucia de sangre, las sábanas del cielo se secan desplegando
el cuerpo de septiembre y su blancura. El mar cruje golpeado
por la cúpula verde del abismo y mueve ropa blanca y ropa negra.
Oh mar, cama terrible, agitación perpetua de la muerte y la vida,
del aire encarnizado y de la espuma. Duermen en ti los peces,
la noche, las ballenas. Yace en ti la ceniza centrifuga y celeste
de los agonizantes meteoros: palpitas, mar, con todos tus dormidos,
construyes y destruyes el tálamo incesante de los sueños.
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