(Nuevos Primero)
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06-Mar-2015 11:14 |
Lovemaker |
Respuesta: Ilusionarse en el amor
Creo en el amor sincero y natural, ayer, hoy y mañana, y así hasta el fin de mis sueños, que se apagarán con mi último suspiro.
Fdo: Uno de esos últimos románticos que aún pululan por ahí.
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06-Mar-2015 10:57 |
Danteojos |
Respuesta: Ilusionarse en el amor
Ole, el romanticismo al poder
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05-Mar-2015 22:26 |
Melchochita |
Respuesta: Ilusionarse en el amor
Yo sigo creyendo y quiero seguir creyendo en el amor, y seguiré intentándolo, una y otra vez.
Adoro entrelazar las manos y las almas, entregar el cuerpo y compartir los sueños. Soy y seré una romántica empedernida.
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05-Mar-2015 21:40 |
Ginebra |
Respuesta: Ilusionarse en el amor
El amor es un ciclo con sus subidas y bajadas, es cosa nuestra no estancarnos en las bajadas y remontar ese ciclo.
Y la canción ya la escucharé mañana que en el portatil el sonido me va fatal, pero debe ser bonita.
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05-Mar-2015 21:12 |
Danteojos |
Ilusionarse en el amor
Cantaba Ornella Vanoni en “L’appuntamento” (la cita) que se había equivocado ya tantas veces en el amor que se le figuraba un tanto absurdo seguir esperando nada bueno de él, pero aun así continuaba ilusionándose con cada nueva cita, pues no veía ningún sentido a la vida sin amor; de hecho, sin amor la vida se le antojaba vacía, algo insulso y frío, de modo que, henchida de esperanza, clamaba al amor para que acudiese rápido, repitiendo en el estribillo “amore fai presto, io non resisto, se tu non arrivi, io non esisto” (amor, ven pronto, que no resisto, si tú no llegas, yo no existo).
Vincular la existencia a las caricias del amor resulta desde luego algo exagerado, pero la esencia del romanticismo impele a ello, a soñar con ese burbujeo que brota en el estómago y sube efervescente a través de vísceras y conductos para desembocar en los labios en forma de suspiro. Da igual los desengaños, las decepciones, las roturas de crisma sobre el asfalto de la frustración, porque al final el silbido del viento traerá aromas que, adulterando los malos recuerdos, activarán la nostalgia de aquellos otros momentos donde una magia especial nos elevara, sin necesidad de varita ni de trucos de prestidigitador, más allá de las nubes, cerca de la morada de los dioses, y ese sonido hipnótico, y ese sabor azucarado, y ese olor a almendras y a vainilla, anegarán los sentidos con su extraordinaria mescolanza para de una forma u otra devolvernos la ilusión de un nuevo “appuntamento”.
En fin, ¿pensáis, como Ornella, que el amor por sí solo justifica la existencia y que, por más que los tropiezos se hayan sucedido en su terreno, no hay que desalentarse ni perder la esperanza en hallar nuevos amores que sustituyan a los malogrados?
¿O, por el contrario, pensáis que llega un momento en que resulta más aconsejable perder toda ilusión al respecto y perderse, como una más, entre las sombras que deambulan en el valle de la soledad?
Por cierto, la canción es ésta. ¿Os gusta?
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