Responder al Tema

Iniciado por Amazonita

Tanto que si. Cuando no te puedes quitar una persona de la cabeza no lo llames amor sino obsesion

Iniciado por Drusilla

Nadie es el amor de la vida de nadie, todos somos reemplazables y sustituibles. Así que es obsesión.

Iniciado por No Registrado

Era una relación basada en sexo, muy física y pasional más que genuinamente amorosa, que quizá ello mismo la detonó motivando transgreder a terceros.
El componente intermitente de la misma, que supongo obedecía a lo ilícito de su naturaleza, contribuyó a una suerte de gancho adictivo en un juego prohibido tanto como placentero por lo que toda relación más estable, en su momento como ahora, de algún modo palidece ante aquel torbellino pasional de travesuras carnales.
Luego entonces le echas de menos sexualmente y, aunque tu relación actual te reporte satisfacción en diversas áreas, quizá en contraste con aquel tigre, al menos en ese aspecto en particular, añoras algo de esa febril fantasia vitalizante hecha realidad que para otros, sea dicho de paso, fue amarga pesadilla.
Podrán ser uno o diez años desde entonces pero en tanto no compences la energía sexual que experimentabas seguirás temblando ante el recuerdo idealizado del epicentro.
Por último, sus palabras que vienen a tu memoria, son un claro y recurrente deslinde en el tipo de relaciones similares donde se puntualiza que la incompatibilidad, casualmente, brota de manera inmanejable en todo lo que los conforma y vincula apenas abandonan la cama por lo que, si, puedes estár tranquila que en vista de lo que aún sientes cada que le ves es que también juegas con tu actual amado.

Iniciado por No Registrado

Hace ya un año que salí de una relación intermitente, y aun al verle tiemblo a pesar de estar con otro. Cada vez que pienso en el solo recuerdo sus últimas palabras: nos atraemos mucho físicamente, pero mentalmente no somos compatibles. La relación había sido un juego constante hasta entonces, e hizo daño a terceros, pero ni a el ni a mi nos importó.

Iniciado por Ginebra666

Te voy a responder con un fragmento de un libro de Paulo Coelho, El Zahir, se ajusta a tu duda.

Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores: uno con el que te casas o vives para siempre, puede ser el padre o la madre de tus hijos…Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella..”

“Y dicen que hay siempre, un segundo amor una persona que perderás siempre, alguien con quién nacíste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan de la razón y te impedirán siempre, alcanzar un final feliz.”

“Hasta que cierto día dejarás de intentarlo…Te rendirás y buscarás a esa otra persona que acabarás encontrando, pero te aseguro que no pasarás ni una sola noche, sin necesitar otra beso suyo o tan siquiera discutir una vez más.”

“Ya sabes de quién que estoy hablando, porque mientras estabas leyendo esto, te ha venido un nombre a la cabeza. Te librarás de él o de ella, dejarás de sufrir, conseguirás encontrar la paz (será sustituido por la calma), pero te aseguro que no pasará ni un solo día en que desearás que este aquí para perturbarte.”

“Porque a veces se desprende más energía discutiendo, con alguien a quien amas, que haciendo el amor con alguien al que aprecias."

Iniciado por Helder27

No conocía este texto, y me ha resultado muy interesante a la par que aterrador. Si he entendido bien, aunque encontramos a ese segundo amor más calmado y estable, ¿nos pasamos el resto de nuestros días deseando un beso o una discusión con ese primer amor químicamente volátil???

Iniciado por No Registrado

La relación había sido un juego constante hasta entonces, e hizo daño a terceros, pero ni a el ni a mi nos importó.