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Iniciado por No Registrado

Buenas noches.

Una chica de aquí del barrio, lleva de pareja con un chico rumano unos 6 años, o por ahí. Ella tuvo la desgracia de tener un accidente de coche hace ahora 3 años, y quedó inválida.

Les veo muchas tardes pasar por aquí, ella en silla de ruedas, y el con ella, son inseparables, por lo que he podido ver y lo que he oído. Ha dejado casi por completo su vida social, y ha solicitado la jornada partida para estar mas tiempo con su novia.

Quisiera haceros una pregunta. Si vuestro novio o novia tuviera esta desgracia, como ha tenido esta chica, que con 27 años se ha quedado así, ¿qué haríais? ¿La dejaríais, o seguiríais con ella? ¿Sacrificaríais vuestra vida sexual, la engañaríais, o que?

Gracias.

Iniciado por No Registrado

Buenas noches.

Una chica de aquí del barrio, lleva de pareja con un chico rumano unos 6 años, o por ahí. Ella tuvo la desgracia de tener un accidente de coche hace ahora 3 años, y quedó inválida.

Les veo muchas tardes pasar por aquí, ella en silla de ruedas, y el con ella, son inseparables, por lo que he podido ver y lo que he oído. Ha dejado casi por completo su vida social, y ha solicitado la jornada partida para estar mas tiempo con su novia.

Quisiera haceros una pregunta. Si vuestro novio o novia tuviera esta desgracia, como ha tenido esta chica, que con 27 años se ha quedado así, ¿qué haríais? ¿La dejaríais, o seguiríais con ella? ¿Sacrificaríais vuestra vida sexual, la engañaríais, o que?

Gracias.

Iniciado por Delph2220

Sobre este tema hay que hacer unas aclaraciones preliminares muy necesarias:

1. Evidentemente nadie va a decir en este foro que dejaría a su pareja a la buena de Dios y que ya casi en el hospital andaría buscando su reemplazo.

2. Todo lo que vamos a leer aquí se trata de buenas intenciones y discursos políticamente correctos. Sin embargo, me encantaría saber cuantas de las personas que conozco de buena tinta que dejaron a amigos y conocidos que hoy en día están discapacitados no relatarían el mismo cúmulo de lugares comunes si se les hubiera preguntado antes del accidente.

3. Los casos de hombres o mujeres que permanecen con sus parejas contra viento o marea después de accidentes de circulación, de un ictus, de infartos, de caídas, de contusiones, de heridas, de todo lo que pueda disminuir el estado saludable que muchos pensamos que es inherente a la condición humana pero que no es así en absoluto en la realidad, esos casos son dignos de admirar, de aplaudir, de glorificar en este nuestro mundo asquerosamente hedonista e individualista en el que nos hallamos.

El deber de permanecer codo con codo "hasta que la muerte nos separe", necesario en la firma del contrato matrimonial parece haberse convertido en toda una excepcionalidad, en una excentricidad que, de ocurrir, habrá ser agradecido con todas las fuerzas. Pero no debería ser así. Todo el que se casara debería saber que el compromiso que simbolizan los anillos supone que los contrayentes tendrán la garantía de que el otro les protegerá si algo malo le ocurriera a uno de ellos.

Evidentemente, lo anterior se trata de un convenio social, resultado de una relación amorosa que es la que realmente debería actuar como aglutinante entre los miembros de la pareja. La cuestión es que parece ser que a día de hoy no hay suficiente amor como para realizar el más mínimo sacrificio por el otro. Con lo cual o hay un contrato medianamente formal como es el matrimonio o nadie estará obligado a hacer nada por el otro, salvo el amor subjetivo que sienta por él o ella. Y todos sabemos que en este siglo XXI nadie es imprescindible. No hay pareja (y de hombres ni hablamos) que no sea fácilmente sustituible en un par de horitas por otra perfectamente sana y arregladita. Triste pero cierto.

Y aquí paso a relatar el caso que bien conozco de un amigo mío al que le atropelló un coche (dejémosle en el anonimato) sin realizar ninguna acción imprudente y en unos pocos meses su novia se fue difuminando, como si se tratara de una mala calcomanía. Algo realmente triste pero no para él sino para ella puesto, y soy testigo de ello, que ese chico a día de hoy es uno de los seres más felices que habita en este planeta Tierra, dándome continuamente muestras de su entereza y buen ánimo a mi que, supuestamente, me hallo en mejores condiciones físicas que él.

Ese chico es ahora mejor persona, más abierto, más seguro de sí mismo, más capaz, más hablador, ha superado muchas de sus limitaciones y, pese a que camine con torpeza y se exprese todavía de manera un poco embarullada, es una persona que se mete en el bolsillo a todo aquel con quien habla, que gusta de una buena conversación, que es alegre, dicharachero y cachondo en el buen sentido de la palabra. Algo de lo que yo me alegro profundamente. El accidente sirvió para quitarse a un lastre de encima. ¡Que pena me dan las personas que sólo ven la carcasa de piel y huesos sobre la que se expresa una mente y una personalidad! Pero estoy seguro de que mi amigo no dedicó muchos ciclos de procesamiento de su preciado cerebro (que le funciona estupendamente, todo sea dicho) a pensar en esa traición flagrante de una persona que se le quedaba chiquitita a su lado.

Y después de esto, por mi parte no sé lo que haría si mi pareja tuviera repercusiones graves como resultado de un accidente. Hablar es gratis pero los casos pueden ser variados y más o menos difíciles de abordar. Lo que está claro es que si el amor que nos uniera se tratase de algo más serio de lo que hoy abunda, que parece vendido en una tómbola... si es AMOR, seguro que yo sabría qué hacer.

Vivir es descubrir que tenemos limitaciones, tanto nosotros como los que nos rodean. Cuando vamos viendo, una vez pasada nuestra infancia, que nuestro papaíto es uno más, que no es tan todopoderoso como nos creíamos, que nuestra mamá comete errores y a veces es injusta, a eso se le llama madurar. Maduremos, pues, también en nuestra concepción del otro, no como un ser puesto ahí para agradarnos y satisfacernos sino como un compendio de todo lo bueno y malo que tiene la vida, de las alegrías y sinsabores, que deben pasarse todas ellas, una a una, sin saltarnos ni un paso. Huir, en este caso, es de cobardes pero también de poco inteligentes. Quizás perdamos una pierna, el ojo o un brazo pero ganamos en humanidad, en tolerancia y en paciencia, en madurez y sabiduría. Y eso no tiene precio.

Iniciado por Delph2220

sin realizar ninguna acción imprudente y en unos pocos meses su novia se fue difuminando, como si se tratara de una mala calcomanía.

Iniciado por TheOffSpring

Verídico mujer, verídico jajajaja es que me hizo mucha gracia

Iniciado por AndreaB

Depende de la lesión que la persona presente y tengo entendido son casos muy extremos ¿Quien les dijo que una persona discapacitada no puede tener relaciones?
Supongo también que muchos de los que cuestionan si en realidad se quedarían o no en esa situación no han vivido tragedias cercanas de personas que queden por ejemplo amputadas o con cáncer.Yo si amo como se que soy capaz de amar estoy segura que me quedaría mientras esa persona me quiera cerca.


El caso es veredicto, los amputados en guerra Americanos cuando llegan quieren acabar sus matrimonios a pesar de sus esposas querer quedarse allí, es muy comprensible que una persona se amargue, te quiera alejar y dejarte el camino libre en realidad es algo que como tiene tanto impacto en la vida de una persona requiere ayuda psicológica.

Iniciado por PurpleSkyMedusa

Me ha dado por hacer una búsqueda y leer opiniones sobre esta pregunta en otros sitios. Me llamó la atención la opinión de una mujer, que decía que este tipo de tragedias pueden llegar a cambiar la forma de ser del accidentado de forma que puede que se convierta en alguien completamente distinto a la persona de la que os enamorasteis inicialmente.

¿Qué haríais si se diera ese caso?

Iniciado por PurpleSkyMedusa

Pero lo que decía es que habrá personas que escojan vivir infelices e insatisfechos (no sólo en el sexo) por vender una imagen de amor poco real, así que no se si está bien juzgar a quienes mantengan sus prioridades de primero sexo, después amor.

Al menos están siendo sinceros, con ellos mismos y con sus parejas

Iniciado por PurpleSkyMedusa

Yo también creo que todas las respuestas son sinceras. No juzgo ni pongo en duda lo que dicen, ni un segundo.

Para algunas personas las circunstancias de la vida pueden cambiar sus prioridades y lo que en una pareja normal sería un problemón (falta de sexo), en esta situación puedan pasarla a un segundo plano. Hasta aquí bien.

Pero lo que decía es que habrá personas que escojan vivir infelices e insatisfechos (no sólo en el sexo) por vender una imagen de amor poco real, así que no se si está bien juzgar a quienes mantengan sus prioridades de primero sexo, después amor.

Al menos están siendo sinceros, con ellos mismos y con sus parejas