Necesito estar bien

LuxAeterna

Hola. Antes que nada, agradezco de antemano cualquier consejo, y aún más, el tiempo que utilicen para leer mi caso.

Desde el comienzo puede que todo sea más claro. Antes de conocer a la que aún llamo el amor de mi vida, yo era un chico inseguro y con escasos acercamientos hacia las chicas. Siempre tuve algo de inseguridad y por ello mismo pocas veces llegué a expresarle mis sentimientos a alguien. Antes de conocerla, yo pasaba por un periodo de altanería y egocentrismo, pero debo decir que ese era mi mecanismo de autodefensa para no salir herido. El núcleo de ese egocentrismo fue un engaño... Nunca tuve muchas novias, pero cuando tuve alguna, entregué todo. Yo tenía un noviazgo con una chica que era mi sueño, tal y como yo buscaba a una chica.

Poco nos conocimos y en realidad todo fue apresurado, pero no merecía un engaño y sé que yo nunca lo habría cometido. Ella besó a mi mejor amigo, lo que me ocasionó una fuerte pelea con él y el distanciamiento total con ella. Nunca he sido rencoroso, así que cuando se me pasó el enojo, encontré que mi mejor amigo en realidad lo es, y me demostró con sus acciones que no me volvería a fallar y hasta ahora así ha sido. Después de esa mala experiencia, me encerré en una burbuja donde solo estaba yo y yo lo era todo. Un buen día, a lo lejos, vi en la escuela a una chica que me dejó absolutamente cautivado. Entonces, algo se encendió dentro de mí.

Le pedí a un amigo mío que fuera a conocerla y que luego me la presentara. Jajaja, qué modo de acercarme a ella... pero funcionó. Resultó que ella llevaba mucho tiempo enamorada de mí y me adoraba desde lejos, y por supuesto, eso fue algo muy lindo para mí... algo que parecía salir de un cuento de hadas. Logré acercarme a ella, y en poco tiempo, nos enamoramos enormemente, al grado de que queríamos ser novios, pero no queríamos apresurar las cosas. Fuimos amigos durante un tiempo, y un día... ocurrió.

Fue algo maravilloso, un sentimiento tan mutuo y tan puro que no puedo describir. Así fuimos felices un buen tiempo.

Yo, al no haber tenido nunca una relación así, y habiéndonos jurado amor eterno y una vida juntos, me confié de que ella estaría conmigo siempre y me amaría siempre. Error fatal. Hay que decir que yo nunca dejé de amarla con todo mi ser. Ella siempre, y aún ahora, siempre estuvo en mi mente, y no había cosa que yo hiciera sin pensar en ella y por ella. Siempre ardió en mí una llama más viva que todo el fuego de los infiernos... una llama que terminó volviéndome cenizas ahora que ya no está a mi lado.

Estaba yo tan seguro de que éramos el uno para el otro, que comencé a imaginar y a planear una vida con ella. Pensaba en cómo íbamos a vivir, en donde, cómo pasaríamos las noches y mil cosas más. Quise llevarla a muchos lugares y hacer tantas cosas con ella, que por estarlas planeando para que fueran perfectas, olvidé buscar la manera de llevar a cabo esos planes.

Siempre dijimos que queríamos tener hijos, y yo la imaginaba embarazada y feliz a mi lado, imaginaba todo.

La primera vez que hicimos el amor, la habíamos planeado con tiempo. Sería un momento hermoso y uno de los más significativos de nuestras vidas, pues sería la primera vez para ambos. Fue un momento hermoso, dulce, no puedo explicarlo. Pero por alguna razón, no fue lo que esperábamos, y ahí comenzaron nuestros problemas.

Yo sufro de eyaculación retardada, que es exactamente lo opuesto a la eyaculación precoz. No me da vergüenza admitirlo, pero no me siento orgulloso de tenerla. Cuando hacíamos el amor, ella llegaba a acabar hasta diez veces -no busco presumir, créanme, no es un mal deseable- y yo no terminaba. Podía estar mucho tiempo así y no sentir ni perder una erección. Una vez el récord llegó a casi cuatro horas. Ella terminaba agotada y en ocasiones incluso quedaba como sin sentido... pero lejos de disfrutar ese letargo orgásmico, ella comenzó a cansarse de ello. Comenzó a pensar que ella no me excitaba lo suficiente y cosas por el estilo, lo cual, por supuesto, no era cierto. Entonces, todo ello dejó de ser "hacer el amor" y terminó siendo sólo sexo.

Todo se convirtió en monotonía, y cosas que yo sabía que necesitaba cambiar, no las cambiaba, o lo hacía por dos semanas y después volvía a lo mismo. Ahí el error fue mío. De pronto, casi todo era discutir.

Un día, ella decidió que todo terminara... se había cansado. Llegó a un hotel con un tipo que conocía por internet desde hacía seis meses, aunque no hicieron nada allí.

Entonces me dí cuenta de que la estaba perdiendo o ya había ocurrido. Luché por ella. Cambié muchas cosas negativas para mí mismo, era otro. Después de tortuosos días y mucho esfuerzo, logré recuperarla en parte. En esa etapa, cortamos y regresamos varias veces. Al pareces ya era demasiado tarde, pero yo seguí luchando. Logramos un periodo estable... hasta que perdí mi empleo. Entonces, todo fue regresando a lo mismo, poco a poco.

Hace una semana, fuimos a una fiesta con unos amigos de ambos. Uno de ellos es el mejor amigo de ella, y me dijo que ella necesitaba una noche sin mí para poder sacar lo que sentía. Creía haberla dejado en buenas manos, por eso me fui de la fiesta para dejarla disfrutar y desahogarse.

Al día siguiente, me enteré de que algo había pasado entre ella y su mejor amigo... Fue doloroso, pero lejos de ir a cortarla y enojarme con ella, fui a hablar las cosas y a decirle que todo estaba bien... Desde ese día perdí la confianza en ella, aunque la amaba, y traté de volver a confiar en ella como antes.

Era una tortura cuando no estaba con ella, porque creía que mientras no estaba conmigo, veía a su "mejor amigo". Todo fue solo posponer lo inevitable.

El viernes pasado, al ver que ella ya no era feliz conmigo y que ya nada podía ser igual, le dije que lo mejor para ambos era terminar. El sábado fui a verla para saludarla, y ella me abrazó y me besó como hacía mucho no lo hacía, lo que me confundió y me hizo pensar que tal vez querría volver.

Hoy, a casi una semana, me hiere saber que pasa excelentes momentos con su mejor amigo, aquél al que besó y dejó que la tocara...

Sé que no son más que amigos, pero también sé que son amigos muy cercanos. Hoy me duele saber que ya no está conmigo, y no encuentro la manera de olvidarla, ni hallo el modo de dejar de sentir ganas de salir corriendo a la mitad de la madrugada para ir a verla.

Yo solo quiero lo mejor para ella. Quiero que sea feliz, aunque su felicidad no esté a mi lado. Quiero que sea libre y que no se siente encadenada a mí como se sintió los últimos días. El problema es que me duele mucho saber que ya todo terminó, aunque no pierdo la esperanza de que algún día estemos juntos otra vez, el día en que el cambio que me prometí a mi mismo llegue para quedarse.

Necesito dejarla ir... y no sé cómo. La extraño muchísimo. Creo que hay heridas muy profundas para que esto algún día pueda ser nuevamente, por ello, quiero olvidar, quiero dejar de sentir esta angustia de no tenerla a mi lado y saber que sale con su amigo.

¿Qué consejo podrían darme para dejar de sentirme así? ¿Cómo podría dejarla ir y olvidarme de ella?
Han sido los dos años con seis meses más hermosos de mi vida y los recordaré con muchísimo cariño, pero también me duele recordar, porque lo que un día fue tan hermoso y puro, hoy quedó en el pasado...

Por favor, algún consejo...

Disculpar la extensión de este texto... pero al menos ya me siento un poco más tranquilo al haber distraído mi mente, reemplazando su recuerdo por el proceso mental que conlleva la escritura.

Saludos...