Pues esa es la conclusión a la que hemos llegado debatiendo hoy en una clase de la facultad.
Al parecer, muchos hombres en la actualidad no desean ser padres por el simple hecho de la injusta ley española en caso de divorcio y las consecuencias que conlleva.
A muchos les gustaría ser padres, pero temen que en un futuro si las cosas se tuercen en la relación con su pareja (y no necesariamente por culpa de ellos) sufran las peores consecuencias de la separación.
Son muchos casos (demasiados) donde el padre, una buena persona, responsable y dedicada al cuidado de sus hijos, con gran amor por ellos, es tratado por la "justicia" de igual forma que la parte restante de hombres que son irresponsables y no merecerían tener siquiera régimen de visitas.
Que comience el debate!
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