Lo que está claro es que con independencia de sus actitudes, las tuyas no le resultan indiferentes.
Esta aparente acritud se parece bastante al temor (primero puse amor sin darme cuenta), temor a complicarse la vida, o temor a alguna cosa que lo desconcertó de tu parte, temor a que sólo quieras jugar con él, temor... a lo que sea.
Pero si en algún momento coqueteaste con él y luego jugaste a frío-calor-frío o a darle celos con otro y bué... si bien en el amor hay un momento en que todos tenemos 15 años, la reacción de un hombre ante lo que él haya considerado un desaire no va a ser la misma que la de un adolescente, alguna vez ya lo habrán herido y no está dispuesto a que jueguen de nuevo con él.
|