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Hace una semana mi novio me dejó. Me pilló desprevenida. No me había ni dado cuenta de que quería hacerlo. Hasta me entregó el día 12 por la noche una pulsera que deseaba tener. Siempre había estado muy por mí y todos decían estaba muy enamorado, hasta yo lo podía sentir. Tal vez por eso, al verlo tan pendiente de mí empecé a humillarlo (a solas) y a tratarlo con frialdad y rudeza.
Repentinamente el día 13 de febrero me dijo que se había acabado todo. Que no éramos compatibles porque yo siempre estaba de mal rollo y él se sentía a mi lado amargado y que no le gustaba como persona. Me fui enfadada y sin hacerle mucho caso, ya que siempre volvía a mí llorando. Pero esta vez pasaron dos días y no supe nada de él.
Entonces me empecé a alarmar y a llamarle para pedirle disculpas por el daño echo en tanto tiempo. Él decía se había acabado todo definitivamente. Dos días después, cuando intentaba empezar a adaptarme al dolor apareció en mi trabajo, me abrazó y me empezó a besar por todas partes. Pensé que significaba que volvíamos, pero mi sorpresa es que al día siguiente me dice que yo necesitaba esos abrazos y me los dió, cosa que me extraña ya que él había empezado a abrazarme y besarme en la boca no con cariño.
Eso me hundió un montón y no pude soportar ir al día siguiente a su casa a verle y hablar. Nos volvimos a abrazar y volvió a besarme con pasión, cosa que volvió a descolocarme. También ese día hizo planes de futuro conmigo. Pero otra vez volvió al día siguiente a no llamarme ni enviarme mensajes.
Decidí hacer planes para el fin de semana porque no entendía nada y tenía un terrible dolor por su ausencia. Pero la noche antes de llevar a cabo mis planes de salida él me llamaba y decía que volviéramos. Me puse muy contenta; entonces él me pidió quedar el finde, pero le expliqué lo que él ya sabía: que había hecho planes con mi hermana que me había visto muy mal y no podía tener tan poca palabra porque se enfadarían conmigo. No dijo nada, pero el sábado al mediodía me envió un mensaje muy frío en que se notaba que no quería saber más nada de mí. Me puse a llorar y le llamé. Me explicó que por la noche le había sentido nostalgia, pero que no quería volver. Otra vez a llorar. Pero media hora después me llama para decir que quiere que nos demos una segunda oportunidad. Le dije que sí, pero que no nos veríamos en finde por mis compromisos al haberme dejado el 13 de febrero. Se pasó todo el domingo llamando y enviando mensajes. Pero cuando llegó esta semana no supe nada de él hasta que no me pude controlar y le envié un mensaje, al que él respondió muy frío diciendo que quedáramos el viernes para pasear y cenar. No entiendo nada.
Necesito ayuda. No entiendo nada y me encuentro hundida y con la autoestima por los suelos.
Dejo email por si alguien me puede arrojar un poco de luz
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