Hay historias que no se sabe por qué ocurren. Tan solo ocurren. El destino es caprichoso como pocos. Sólo él sabe por qué ocurren las cosas. Hay caminos que se cruzan, y sin embargo hay, personas que se conocen de toda la vida, y sus caminos apenas se cruzan más allá de un simple "hola".
Fuera como fuere, mi historia empezó en la línea uno de metro de madrid. No pude evitar la tentación de hablar con ella cuando la ví. No tardé muchos días en hacerlo. Era una locura, pero fue lo mejor que he hecho en mi vida, y tanto que lo fue.
Como sabeis mi relación es atípica. En todos los sentidos. Ella 48, yo 31. Hemos superado baches, miedos, inseguridades, celos, momentos dolorosos, pero como hace tiempo que por motivos laborales no participo en el foro, quería comentaros como va todo.
TODO VA PERFECTO. Es la mujer de mi vida. Lo sigo pensando y lo pensaré siempre. Nunca he querido así, ni ella tampoco. Todo va rodado, perfecto. Llevamos dos meses maravillosos. En estos dos últimos, nos hemos centrado más, hemos perdido todo el lastre que llevábamos ambos y hemos decidido apostar por una relación que si bien, a muchas personas no les gusta, a nosotros sí. Nos hacemos felices, nos amamos, nos queremos. Nos apoyamos, nos damos felicidad el uno al otro...
Cada día aprendo de ella. Es justo lo que había buscado siempre. Mi media piña, mi media mitad, mi media yo...
Hubo mucho gente de este foro, que no apostaba un euro por nosotros. Recibí muchos privados y chats, casi ensañándose conmigo, pero creo que cuando el amor es el bueno, siempre gana la apuesta. La próxima apuesta? muy pronto os lo diré. Muchas gracias a los que os alegraís con mi relación y me animásteis a seguir.
Saludos.
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