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Antiguo 18-Nov-2017  
Usuario Novato
 
Registrado el: 17-November-2017
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Qué tal. La historia es un poco larga, pero intento no dejar nada al aire.
Soy un chico de 21 años que por el momento vive solo en la ciudad. estudio por las mañanas y trabajo por las tardes, lo que no me deja nada de tiempo para vivir de verdad. En lo personal nunca había pensado tanto en las relaciones, ni siquiera había podido definir bien mi género, pues me llegan a parecer atractivos tanto hombres como mujeres, la cuestión es que para mí los sentimientos y la personalidad son lo más importante.

El año pasado, a unos meses de mudarme a la ciudad, conocí a un chico que provenía del mismo pueblo que yo, con el que pronto comencé una relación sentimental. Era la primera relación del mismo sexo que ambos teníamos, por lo que no teníamos bien definido lo que queríamos, incluso, decidimos no contarlo a nadie nunca. Esta relación desde el principio fue tóxica, porque al mes ya me habían puesto el cuerno, pero yo terminé perdonando. Las infidelidades fueron cosa normal por meses, hasta tal punto que decidí hacer lo mismo, convirtiéndome en la persona que odiaba. Después de un año, al fin me libré de eso y aunque estaba mejor sin él, aun así los sentimientos de culpa conmigo mismo, la soledad y demás se apoderaron de mí. Estuve en depresión por unos dos meses.

Ahí fue que conocí a Carlos (nombre falso). Este chico es 6 años mayor que yo. Cuando nos conocimos, yo estaba en un punto en que nada me importaba y buscaba personas para tener relaciones para mitigar la soledad, pero cuando di con Carlos y me explicó que prefería platicar, automáticamente accedí porque sentí que era lo que necesitaba. Nos vimos ese día y platicamos toda la tarde. Él estaba en una época difícil, porque estaba teniendo problemas con su novio con el que llevaba año y medio de relación. Me contó que ya no podía creer en él y que incluso hace poco habían cortado, pero se sintió solo y él fue quien terminó buscándolo de nuevo.

Esa noche nos besamos, tal vez pensando que no nos volveríamos a ver. Pasaron días y platicábamos por el celular, pero eran pláticas largas y amenas. Tenemos gustos muy parecidos, música, videojuegos, series, sentimientos... Carlos y yo llevábamos una amistad muy especial. Cada vez nos veíamos más seguido porque vivimos cerca, salíamos juntos, platicábamos, de todo. Para mí era genial porque tenía un buen amigo, pero no sentía nada por él. Pero conforme pasaba el tiempo, el cariño se notaba cada vez más en él y en mí. Una vez hablamos sobre eso y decidimos no enamorarnos uno del otro, porque no era lo correcto.

Pero al corazón no se le pueden negar las cosas. Cuando él me invitaba a hacer algo, yo acudía sin pensarlo. El tiempo fluía y pensaba en él todo el tiempo. Dormíamos juntos algunas veces y nos abrazábamos. Llegamos a tener relaciones un par de veces, siempre con la intención de no enamorarnos. Pero al final terminé sintiendo algo más por él. Y estaba bien, porque yo sentía que el también por mí. Me llegó a decir cosas muy bonitas, salíamos todo el tiempo, conocí a su familia y hasta me dijo que tenía miedo de conocer a alguien mejor que su novio, pero luego llegué yo.

Así fue por todo el verano, yo ya había aceptado que estaba enamorado de él y quería hacer todo por hacerlo feliz. En mi mente, me había propuesto a contarle a todos que era mi novio sin importar lo que pensaran. Había imaginado como sería una vida con él, relajado, feliz. Era todo lo que yo había estado buscando toda mi vida.
Un día simplemente me contó que su relación estaba mejorando, me dijo que me debía mucho y no quería que yo estuviera solo. A partir de ahí las cosas sólo empeoraron.

Entré a la escuela otra vez y ya no tenía mucho tiempo, pero mis noches siempre estaban disponibles. él aun así me buscaba cada vez menos y era más cortante en sus mensajes. Yo sufría, pero no le podía contar. Hasta este día, todo ha sido un sube y baja de emociones, pero con más bajadas que subidas, pues su relación en el fondo no funciona, pero él hace todo lo posible por salvarla. Siento que me usó para encender el fuego en su relación, pero tampoco puedo culparlo, porque lo que siento por él es real y tampoco espero algo a cambio.

Sólo no quiero perderlo por completo. Me duele tener que aceptar la verdad, pero a veces pienso que aunque no haya sido real, de algún lugar tuvieron que salir sus sentimientos por mí. Tengo miedo a no poder amar de nuevo, porque abrí mi corazón y me entregué por completo a él, pero si nunca hubo nada, entonces no sabré en qué creer. Hace unos dos meses que me siento así, que las cosas no son iguales y no dejo de llorar todo el tiempo. Sólo quiero ser feliz, no sé qué hacer. Lo amo y decidí hacerlo pase lo que pase y decida lo que decida, pero no quiero alejarlo. Estoy haciendo mal? soy una mala persona?
 
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