A mi me ocurrió algo similar, si te apetece puedes leer mi experiéncia.
A finales del verano pasado decidí finalmente dejar las gafas y ponerme lentillas, así que me fuí a la óptica. Prácticamente des del primer momento me atendió una chica de 3 años mayor que yo, aunque realmente parecía por su forma de proceder y expresarse que tenía 30, lo juro.. Se me cayó la baba. Además físicamente era un auténtico ángel.
Bueno, a mi me daba cosa tocarme los ojos con las manos (así que imagina el ponerme y quitarme lentillas), así que estuvimos unas cuantas semanas haciendo pruebas durante unas cuantas horas cada vez que quedábamos.
Durante este tiempo charlábamos de nosotros, de los estudios, de muchas cosas que resultaba que teníamos en común... Mostrábamos interés mútuo contínuamente en nosotros mismos y en lo que nos gustaba, además de que eran muy muy agradables los ratos que compartíamos allí. Incluso me comentó su horario de salda del trabajo... en fin, que me me apetecía un montón conocerla.
Sabía que después del tema de las lentillas no la vería mas que muy de pasada en un futuro, que me gustaba para conocerla ya, que podía ser que ella también quisiese quedar, que realmente estaba muy a gusto con ella, y ella conmigo también. No podía ni aceptar que me gustase pues tenía la espina de pensar que era su faceta más profesional la que se dirigia a mi, a pesar de tocar temas personales, así que me limitaba a querer conocerla en su auténtico terreno personal, en una cafetería por ejemplo.
En fin, estuve alargando una semana más mi patosidad con las lentillas para estar con ella, hasta que al final se me fué un poco de las manos y me derivaron a otra especialista, y a pesar de que les expliqué a las dos que lo último que querría era que pensasen que la primera, la chica que quería conocer, no hacía algo bien sino que yo era un patoso, me derivaron igual de profesional.
Total.. que el último día en el que me atendió la chica sabía que tenía que pedirle para salir si o si, no había otra. Tenía en contra el entorno laboral, por lo que podía verse afectada ella si no iba con bastante cura.. Así que decidí decirselo durante la última sesión con ella.
Entonces me fué imposible... unos nervios...Por un lado tenía el apoyo de la buena conexión y simpatía que habíamos compartido, además de las esperanzas que tenía de que a ella también le apeteciese conocerme..
Pero por el otro lado tenía el que ella llevaba una bata blanca, yo era su paciente, e igual ella siempre se comportaba de la misma forma con todos los pacientes.
Así que durante la sesión nada... Cuando se lo iba a decir me salía con otro tema, parecía que lo hiciese expresamente. Total, que cuando me invitó a darme hora para ir con su compañera el próximo día también me propuse pedirselo al terminar. Pero nada.. no cabía, increíblemente no había por dónde pedírselo.. No encontraba cómo saltar de una conversación normal a esto.
Total que subiendo las escaleras y caminando hacia el mostrador vi acorraladas mis esperanzas, así que me giré hacia ella y se lo comenté así:
-Escucha... espera un momentito (Miré a los lados instintivamente para ver si había alguna de sus compañeras cerca, y no vi ninguna).
-Dime
-Te apetecería quedar un día fuera para tomar algo?
A lo que reaccionó poniéndose roja como un tomate, bajando la cara un poco e hiciendo que no con la cabeza rápidamente unas cuantas veces con una tímida sonrisa..
En fin, lo que quiero que veas con esto es que poder se puede, y hay un resultado, o bueno, se sobreentiende.. en este caso.
Si tienes ganas auténticas de conocerla... mi consejo es que te lo planifiques con bastante margen, pues almenos en mi caso lo había planificado como algo más cómodo, y salió todo bastante escopeteado.
Ánimos!!!