Hola.
Veréis, este año ha sido muy difícil para mí. En el primer trimestre de hace dos años inicié una relación con una chica, a la cual he considerado siempre como excepcional, vamos, de las que cumplen las expectativas al 100% teniendo en cuenta tu propia personalidad.
Sin embargo, después de casi dos años, tuvimos una serie de problemas debido a que coincidimos en la misma clase y claro, entre que tienes amigos y entre que ella es muy celosa, pues aquello empezó a deteriorarse de forma drástica, hasta que llegamos a diciembre de este año pasado.
Ahí se acabó la relación.
Ella intentó volver, se presentó en mi casa e incluso llamó por teléfono varias veces, sin embargo yo venía de un periodo muy duro, soportando acusaciones inverosímiles sobre mi fijación por una alumna de clase (que no me interesaba lo más mínimo porque era la típica pseudopija protagonista que se ha cepillado a medio polígono discotequero) o mi supuesta intención de dejarla de lado por los compañeros de clase.
Llegué a tal saturación mental que consideré que merecía un castigo, y por ello decidí alargar un poco sus plegarias respecto a nuestra reconciliación. Craso error, a las tres semanas empezó a salir con un tipejo de fuera de mi ciudad al que conoció por una amiga suya (maldita la gracia, me caía bien esa chica).
El caso es que ni corto ni perezoso la llamé y le pedí que, viendo que apenas llevaba una semana y media con él (sin verse todos los días), solucionáramos lo nuestro. Principalmente esta decisión mía se daba porque ella siempre me aseguró que le resultaba imposible enamorarse tan pronto de alguien e iniciar una relación, por ello el hecho de que estuviera con el otro individuo fue un tremendo mazazo que me era imposible ignorar.
El caso es que sí, ella volvió conmigo pese a las dificultades del asunto, pero pensé que esta era una prueba de nuestra alta confianza entre ambos. Evidentemente el otro tío no iba a quedarse de brazos cruzados. Y tengo que reconocer que tomar la decisión que tomé me resultó durísimo, porque en diciembre pequé de chulo al no volver con ella al instante y solucionar las cosas tranquilamente.
Asumí mi responsabilidad en todo este asunto permitiendo que tanto ella como él siguieran como amigos, por lo que alguna vez vino a mi ciudad para ir juntos a tomar algo y tal. Grave error. El menda en cuestión empezó a amenazar con suicidarse si no volvía con ella y cosas por el estilo. Se presentaba los fines de semana en su casa impidiendo que quedásemos y todo en perfecta armonía con la madre de mi exnovia, la cual merecería capítulo aparte.
Yo empecé a mosquearme seriamente y quise cortar por lo sano, pidiéndole a ella que finiquitase su relación con este individuo. No fue así y cortamos. A partir de ahí entramos en una dinámica peligrosa, ya que ella iba de un lado a otro, esto es, conmigo o con él, siempre bajo la amenaza de suicidio y cosas por el estilo.
Durante unas semanas la situación parece que se normalizó y llegamos al punto preocupante de la historia… Teníamos previsto salir a cenar un sábado noche, hasta ahí todo bien, el caso es que ese mediodía se presentó quien todos sabéis en casa de mi exnovia, el cual se enteró que tanto ella como yo estábamos normalizando la situación y que esa misma noche nos íbamos a cenar. Por ello pilló un berrinche brutal, comenzó a insultar a los allí presentes (todo esto es testimonio de la chica) y tuvieron que echarlo de la casa, no sin antes, tras él haberse roto un poco de su camiseta, vengarse tirando de la ropa de ella provocando que la camiseta se rompiera y, al mismo tiempo, efectuando un pequeño corte en su cuerpo. No muy profundo, pero sí superior a un simple arañazo, además con algo de sangre.
Esto hizo que me llamase y me presentara al poco en su casa, para ver que sucedía. Ahí tanto ella como una amiga que estaba delante durante los hechos me confirmaron lo que os estoy contando, además de ver con mis propios ojos el corte que mencioné anteriormente. Él desapareció y ella, llena de rabia, incluso me pidió tomar represalias contra ese individuo después de lo que hizo.
Intentamos ignorar el tema y seguir nuestro camino. Por desgracia, tras la época en la que ella iba de flor en flor, el clima con mi entorno empezó a volverse inaguantable y estuve un tiempo ocultando nuestra relación para impedir comentarios de terceros a los que poco les importaba el hecho, salvo por la excusa de poder meter mierda en todas partes. Esta situación no la aceptó ella y, por tanto, nuestra relación acabó.
Pero pasó el verano y hace un mes me enteré de que ella inexplicablemente volvió con el tipo este. Tengo que reconocer que todo lo sucedido los meses previos me trastocó los ánimos, sintiéndome responsable de gran parte de lo sucedido, pero aún así me cuesta entender que volvieran.
Aprendí de los errores, y tras quedar con ella para devolverle un par de libros que dejó en mi casa meses atrás, le indiqué que no iba a meterme en su relación, aunque supiera de buena mano que me parecía un error monumental volver con alguien así.
Lo cierto es que durante este tiempo, en el cual he sabido que mi ex tenía esa relación, no he hecho ningún comentario ni acción que les perjudicara… sin embargo rompieron después de que ella (todo esto, también testimonio suyo) viviera varias semanas con él en su pueblo y comprobara las últimas semanas la agresividad del susodicho, enojándose por cualquier cosa y rompiendo cualquier accesorio que se le pusiera a tiro, ya sea a patadas o a puñetazos.
Por ello, nos dimos otra oportunidad, pero no como relación estable, sino ir quedando alguna vez, tomar algo, cenar, ver una peli… en definitiva viendo cómo vamos, sin ningún tipo de compromiso. Entenderéis que ya que ella le dejó a él sin yo tener nada que ver, mi sentimiento de culpabilidad de cara a una reconciliación es sencillamente inexistente.
Sin embargo, después de un fin de semana muy bonito entre nosotros, ella dice que tras estos meses con él siente que merece otra oportunidad, y todo pese a conocer yo los siguientes datos:
- Le devolvió un cachete en la cara durante una discusión
- El corte que os mencioné anteriormente al romperle una prenda
- La agresividad con la que reacciona cuando algo no le gusta
Todo esto no ha servido de nada a mi favor. Trato de hacerle entender que, una persona que dos veces te agrede y se comporta agresivamente cuando se establece una rutina no es fiable para nadie. Pero ella no quiere escucharme y está convencida de que merece esa oportunidad. Hoy he intentado por todos los medios hacerle cambiar de opinión, pero no entra en razón y este mismo fin de semana partirá de nuevo hacia su casa, en un periodo de ‘’prueba’’…
Estoy hundido ahora mismo, porque por fin sentía que volveríamos a la normalidad de antes de comenzar las clases el año pasado juntos (ella ya no está), sin embargo y pese a los antecedentes este tío se va a llevar el gato al agua, y lo que es peor, ahora ella está aplicando un discurso insistiendo en que exageró todo lo sucedido y que no es para tanto.
No me sorprendería que hubiera usado de nuevo la táctica del “suicidio o reconciliación”, porque si de algo peca esta chica, es de ingenuidad, se lo cree todo y a poco que alguien se le ponga melodramático la convence para lo que sea.
¿Qué haríais en mi situación?
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