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Recuerdo que yo tenía mas o menos unos 9 o 10 años cuando lo vi por primera vez, hasta ese entonces yo siempre había sido una niña extraña y muy introvertida, pero desde ese momento mi vida cambio, el solo pensar que podría volver a ver esa sonrisa cambiaba mis mañanas, y desde ahí siempre fue igual, mi corazón lleno de esperanza hacia con él.
Podría decir que este amor mío tuvo muchísimas etapas, desde mi niñez, adolescencia, tiempo universitario y por último un adiós cociente.

Mi niñez
Todos los días al levantarme y salir a la escuela no veía el momento para llegar a la parada del autobús, al medio día, tan solo para poder observarlo mientras se bajaba de su
recorrido, y todo por un pequeño saludo y unas palabras de niños mientras caminábamos a nuestras casas, como la mía era mas cerca que la de él, solo unos minutos después de mi espera diaria, miraba mientras el se alejaba, con la esperanza de volverlo a ver en la tarde al salir al parque. Quisiera decir que el siempre sintió lo mismo por mí, pero sería mentira, él no sentía eso tan especial que yo guardaba en mi corazón, y aún al recordarlo ahora, creo que fue una de las mejores cosas que me sucedieron. Recuerdo claramente la primera vez que tome su mano, estaba fría y yo, completamente sonrojada, era como un ¡hayyyy! mi corazón latía tan rápido y fuerte que solo estaba completamente hipnotizada con el sonido del mismo, al soltarme la mano y sonreírme mientras se alejaba me di cuenta de algo ese era el niño que iba mirar por los próximos años, y yo nunca deje de hacerlo, aunque tristemente el nunca se fijo en mí, era tan extraño buscar la compañía de alguien que sabía que no sentía nada igual a mi; al pasar los años era un juego que no acaba, nos reunirnos los mismos amigos de barrio todos los días fuimos descubriendo muchas cosas, entre esas los sentimientos de todos nosotros, fue cuando llegue a pensar que tal vez tenía una oportunidad, era como aquel niño que no come ni deja comer, tal vez el no quería estar conmigo, pero realmente de algo estoy que tampoco quería que estuviera con nadie más. Para una niña que creció admirando las cualidades de un niño alegre, vivaz, chispeante, valiente y fuerte, esa pequeña esperanza era una montaña de felicidad. Lo último que recuerdo de el fue un viaje que hicimos nosotros mis hermanos, él y sus hermanos y un amigo más, a provincia, pues resulta que su familia y la mía teníamos pariente ahí, pero eso fue algo maravilloso, ya que ahí conocí algo que nunca había sentido. Cuando llegamos cada uno cogió para donde sus familiares, pero quedamos al día siguiente reunirnos en un conocido bañario (piscina), al amanecer muy emocionada fuimos temprano para alla, cuando llegamos todos estabamos jugando en un momento que yo quería hacer pareja con el para los juegos me dijo que dejara de seguirlo, que lo dejara en paz, que no quería jugar conmigo, esa fue la primera vez que alguién de otro sexo me rompió el corazón, pero como siempre en ese entonces era muy fuerte no derrame ni una lágrima y devolví hacia donde estaba otro de mis amigos, que tenia exactamente la misma edad de los dos, y me puse a jugar con el, pero como son las cosas en un momento regreso él, como diría el viejo dicho vuelve el perro arrepentido, pero no era así, el no quería que juegue con el, pero tampoco quería que juegue con nadie, siguió el resto del día acosándome a mí y a mi amigo, y así hasta que llegó el momento de partir ese lugar, la verdad que con mi corazón roto solo quería regresar a la casa de mis abuelos, comer algo rico y dormir, pero sorpresa el insistiendo le a sus familiares que lo dejaran ir a dormir a mi casa, ya que nosotros y mi otro amigo estábamos allá, pues como estaban las cosas para ese momento, realmente no se si sentía alegría o dolor, pero el termino yendo par mi casa. Cuando estábamos yendo le escuche decir tendríamos que amanecernos y hacer cama general en la sala, en eso mi hermana mayor le dijo no molestes, era gracioso ya que el hermano mayor de él, siempre estuvo enamorado de ella, pero al igual que a mi, a él le fue mal con ese amor, pero bueno al llegar, paso lo mismo que en la piscina, si yo me sentaba en algún lugar el me seguía y al estar ahí donde yo estaba, me molestaba que lo deje en paz, a veces pensaba que lo hacía solo por molestarme, pero cuando estaba con mi otro amigo, era peor, de todos modos llego la noche, se fue la luz y al sentarme en un sillón el me siguió y se sentó conmigo, pero sorpresa en esa oscuridad me dio la mano, que sensación, tan extraña era como si todo lo que me dijo temprano se me hubiera olvidado, pero de todos modos después de unos segundos llego la luz, me soltó la mano y dijo y porque estas a mi lado y se fue, nos acostamos a dormir y al día siguiente nos volvimos. Esa fue la última vez que nos vimos así como niños, las últimas vacaciones en ese estado, el juego de niños así tan inocente había terminada, pero entre tantas emociones algo que ahora 14 años después puedo recordarlo como si fuera ayer. Después de este viaje al regresar luego vinieron las vacaciones largas y todo cambio entre nosotros, realmente todo cambio entre todo los amigos de infancia que habíamos crecido juntos, solo puedo decir que aun en mi corazón los tengo a cada uno de ellos, y a él mi primer amor siempre lo tendré allí, aunque después no fue el único.
Cuando empezamos a prepararnos en la escuela para dar pruebas para la secundaria, mi esperanza no había mermado hacia él, ya que yo empezaba a ver los cambios que repentinamente tenía yo, mi cuerpo, mi cabello, mi voz, y por último el interés que otros niños demostraban por mí. Pero al hacer las selecciones todos ya teníamos secundaria para donde ir, y claro eran lugares distintos.
Mis viejos hábitos habían terminado ya no lo miraba nunca, derrepente alguna vez me lo encontraba, solo cruzábamos pocas palabras, pues resulta que al crecer note que cuando alguien me gustaba mucho no le podía hablar ya que me ponía muy nerviosa.

Ahí empezó mi adolescencia y ese ya es el toro capítulo de esta historia.
 
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