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Durante años he tenido mala suerte en el amor, pero parece ser que al final, a mis 48 tacos, ha brillado una luz entre las tinieblas de las relaciones sentimentales. Y justamente con una chica que no es española, sino de Brasil. Y no es casualidad que ella me gusta mucho, de lo contrario, no habría aguantado lo que he aguantado. Si la cosa hubiera salido bien, es que hace como unos 6 ó 7 años que ya la podía tener entre mis brazos, sin embargo, debido a jugarretas del destino, no ha sido así. Cuando la ví por primera vez ella me sedujo al instante, yo creo que se trató de eso que llaman "el flechazo" pero lamentablemente allí en su país era para mí la última noche de mi estancia en la ciudad y tenía que coger el avión al día siguiente, por lo que no pude tratarla mucho ni pasar el tiempo con ella para conocerla mejor...
El éxito que he llegado a cosechar ha sido volver a empezar de nuevo la relación después de una pelea y enfado que tuve con el consiguiente paréntesis de tiempo en que no supe nada de esa chica. Pero a mediados del año pasado volvimos a contactar por e-mail, la pedí su número de teléfono y me lo dió. Así que desde entonces la estoy llamando y escribiéndome con ella.
Pero sus mensajes de correo tardan bastante y me desespero...
He leído en otros hilos estas cosas y creo que tienen bastante razón:
"Es que somos ansiosos por naturaleza pero la paciencia es la llave de la solución como dice el profeta."
"A veces para conseguir los objetivos lo que necesitamos es paciencia, por que somos muy dados a quererlo todo ya."
"Esta teoría de lo que tiene que llegar, llega, exige tener paciencia."
Pues bien, después de 7 años de haberla visto, y estar todavía en contacto con ella (yo en España y ella en Brasil) con la esperanza de que más adelante nos podamos reunir...eso es paciencia. Pero no hay otra opción. Mis éxitos con las tías son nulos, ya es que se me han quitado las ganas de intentarlo con cualquiera, ni siquiera encuentro atractivas a la mayoría, estoy tan QUEMADO que es que el hastío sería mayúsculo si intentase tener un rollo o un ligue con una mujer, el proceso de acercamiento, el cortejo, lo veo como algo no soportable por mi psique.
El asunto es que en la última conversación que he tenido, me ha dicho ella que cuando voy a ir a Brasil pero el problema es que ahora no dispongo de dinero para hacer un viaje y debería esperar al año que viene. Se junta ahora dos obstáculos para estar juntos: la distancia y el dinero.
No sé si otro hombre dejaría esta relación, no obstante, me agarro a esto como a un clavo ardiendo porque sé que sin ella no soy nada. Después de la chica de Brasil sólo existe el vacío pues no consigo substituirla por ninguna (evidentemente no soy un macarra o un malote guaperas).
Me alegro que hayáis leído mi historia. Podéis comentar.
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