La escena es bastante emotiva, todo hay que decirlo, debido a la trascendencia del momento; pero si la película no se hizo insufrible en su desarrollo fue por la inestimable e histriónica colaboración de Whoopi Goldberg, haciendo de medium pícara. Es una mujer muy encasillada en papeles humorísticos, pero me gusta esa actriz. Me transmite buen rollito.
En uno de esos programas sobre espiritismo y experiencias de ultratumba (en el que, dicen por ahí, existen unos planos energéticos cercanos al material, donde las entidades extracorpóreas interaccionan con los vivos) desglosaron la película y dieron buena cuenta de esos supuestos procesos, en los cuales, los muertos se quedan atrapados cual fantasmas cuando fallecen de forma violenta o se dejan tareas por hacer.
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