La salud de su madre me impide ponerle fin.

Gianina

Hola, quiero contarles la difícil situación que me toca vivir en estos momentos y agradeceré cualquier punto de vista con buena intención.
Hace un par de meses comencé a trabajar en forma independiente, antes lo hacía en un centro de diseño, pero no me sentía valorada, estimulada, ni bien remunerada. Un día un importante cliente de la empresa exigió a la hija del dueño que fuera yo quien lo ayudara a retocar un trabajo de urgencia, por ser más eficiente, y comprenderlo mejor, ella aceptó a regañadientes pero no tenía alternativa.
Ese mismo día, en un momento en que no había nadie cerca, me extendió su tarjeta y me preguntó si atendía clientes en forma particular y le dije que sí, aunque nunca lo había hecho, total que en un par de semanas me planteé seriamente dejar de trabajar en aquél lugar y hacerlo en mi casa, donde podía ganar por lo menos el triple y sin tolerar que otros se lleven el mérito.
Mi cliente era además un tupo encantador, tenía muchos trabajos importantes y creativos, y además aprendía con él todo lo que no te enseñan en ninguna universidad.
Poco a poco además, las horas de trabajo se hacían cortas, porque estaba impresionada con su tremenda comprensión de la vida, su inteligencia, su creatividad, su apertura mental, sin hacer nada especial me estaba seduciendo y yo deslumbrada claro.
El único inconveniente era que yo todavía estaba de novia con un chico cuya madre estaba por ser operada de un tumor maligno, y por razones humanitarias decidí esperar a que superara ese trance antes de decirle que prefería que lo dejáramos.
Acepté ir a cenar con quien antes era sólo mi cliente, pero que a estas alturas era mi quien me importaba de veras. Le conté mi situación ni bien nos sentamos, dándole a entender que estaba con él, pero que iba a necesitar un poco de comprensión de su parte, él como siempre, un genio. Él es divorciado y me lleva quince años, cosa que lejos de molestarme, me encanta. Es demasiado atractivo, en todo, y el ser más joven me da cierta confianza. Todavía no hicimos el amor, pero la tensión sexual, se está haciendo insoportable.
El tema es que todavía no he hablado con quien formalmente es mi novio, íntimamente ya no lo es claro, la diferencia entre él y el hombre por el que estoy dispuesta a jugarme entera, es tan abismal, que sólo quiero encontrar la amanera de ponerle fin.
El enorme problema que surgió ahora, es que el tumor de su madre es inoperable en su totalidad, por las ramificaciones que tiene, la vida de su madre es cuestión de meses y él está desolado. No encuentro el momento, ni la manera de hablar con él, pero lo peor de todo es que esto no es cuestión de días, pueden pasar varios meses. Estoy aturdida y desesperada, sólo lo veo como a un hermano, alguien que quiero, pero no de la manera que amo, a quien estoy amando realmente.
Gracias por leerme.